Un 10 por ciento de los jóvenes acuden a misa cada domingo.

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El sociólogo Francisco Carmona afirmó ayer, durante la presentación del informe «Jóvenes 2000 y Religión», que la Iglesia católica en España va camino de convertirse «en una secta en el sentido sociológico o numéricamente».

Para Francisco Carmona, la relación actual que mantienen los jóvenes con la Iglesia católica no es buena, sólo uno de cada tres se identifica hoy como católico practicante, uno de cada diez asiste a misa el domingo y sólo «un diez por ciento de estos jóvenes buenos católicos cree que la Iglesia está ofertando ideas y valores válidos para orientarse en la vida».

El estudio, que se ha realizado entre jóvenes de 13 a 26 años, la mayoría universitarios que viven en el domicilio paterno, constata, en palabras de Javier Elzo, que sólo el cinco por ciento de los mismos aproximadamente está de acuerdo con la «ortodoxia y la ortopraxis» de la doctrina católica, «sobre todo en el aspecto de la sexualidad».

Por contra, en 1960, según los datos de Carmona, la práctica totalidad de ellos «se identificaba como católicos practicantes (el 95%), el 58% no faltaba nunca a misa el domingo, más de la mitad de la población juvenil estaba enrolada en organizaciones religiosas, y hasta un diez por ciento había pensado en ser sacerdote o religioso».

En 1999, en que se realiza el quinto informe de la Fundación Santa María sobre la juventud española, un 35% de los jóvenes se identifican como católicos practicantes, el 32%, no practicantes y el 33% se declaran agnósticos, indiferentes y ateos.

Mientras la imagen de la Iglesia católica como institución que defiende las tradiciones y los valores, dedicada a los pobres y necesitados, y buena educadora de niños y adolescentes es «más bien positiva» para el cincuenta por ciento de los jóvenes, no existe esta coincidencia para otro tipo de valores.