La ministra de Vivienda, durante su comparecencia ante la Comisión del Congreso.

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La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, quiso tranquilizar ayer a quienes se desgravan en el IRPF por la compra de vivienda, dejando claro que estas bonificaciones se mantendrán, aunque el Gobierno estudia medidas para equilibrar el peso de las deducciones fiscales entre compra y alquiler. Además, anunció que el Ejecutivo está evaluando aplicar el IVA superreducido (4%) a las viviendas de protección oficial. En su primera comparecencia en la comisión correspondiente del Congreso, la ministra aseguró que el ahorro originado por el regreso de las tropas españolas de Irak puede facilitar el acceso a la vivienda a unas 80.000 familias.

España es el único país europeo donde no existen desgravaciones fiscales para quienes viven de alquiler, mientras la desgravación fiscal a la compra de vivienda es la más alta de la UE. «Esto ha desincentivado gravemente la apuesta por el arrendamiento de los ciudadanos», una situación que el actual Gobierno quiere corregir. Para ello estudia reformar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), reduciendo gradualmente las deducciones que actualmente se aplican y aumentando las ayudas personales directas.

Esta medida, que no tendrá carácter retroactivo, logrará la «neutralidad fiscal» entre la opción compra y la opción alquiler, equiparando el tratamiento impositivo de ambas. Se trata de favorecer el arrendamiento frente a la compra de viviendas, uno de los grandes objetivos de la ministra de Vivienda para esta legislatura en la que quiere acabar con «el tercer gran problema de los españoles tras el paro y el terrorismo». La ministra recordó que en los últimos años se han destinado unos 600 millones de euros a ayudas directas, frente a 3.000 millones de euros en desgravaciones a la compra vía IRPF, lo que supone que sólo un 18% se destinó a ayudas directas, mientras que la media europea es de un 75% de ayudas personales directas y sólo el 25% son bonificaciones fiscales.