El Papa nombró ayer a Lluís Martínez Sistach nuevo arzobispo de
Barcelona e hizo efectiva la desmembración de esta archidiócesis en
tres diócesis: Barcelona, Terrassa y Sant Feliu de Llobregat, pese
al rechazo que ello suscita en sectores de la Iglesia catalana.
Como sucesor de Martínez Sistach al frente del Arzobispado de
Tarragona, Juan Pablo II ha nombrado al sacerdote Jaume Pujol
Balcells, de 60 años y miembro del Opus Dei.
El Pontífice ha nombrado obispo de Terrassa a José Àngel Sáez
Meneses, hasta ahora prelado auxiliar de Barcelona, y como obispo
de Sant Feliu de Llobregat al obispo de Eivissa, Agustín Cortés
Soriano, como se informa en la página 31 de esta edición.
Martínez Sistach era hasta ahora arzobispo de Tarragona y
sustituye en el cargo de esta archidiócesis -la segunda más grande
de Europa tras la de Milán-, al cardenal Ricard Maria Carles, que
hace tres años presentó su dimisión por motivos de edad.
Josep Maria Soler, abad de Montserrat, que pasará a depender del
Obispado de Sant Feliu, ha mostrado su preocupación y sorpresa por
la división de la archidiócesis y por los nombramientos que
comportará este hecho. El prior y arcipreste de Terrassa, Josep
Pauses, se ha mostrado «disgustado y en desacuerdo» con esta
división al considerar que el Vaticano ha hecho pública su decisión
sin consenso.
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