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El juzgado número 14 de Barcelona ha sobreseído provisionalmente la causa abierta a raíz de una denuncia por coacciones presentada por el urólogo Josep Maria Gil-Vernet tras hallar precintado con cadenas su consulta y comentar que echaba en falta el expediente médico del Rey, desaparición que no llegó a denunciar formalmente.

La consulta del urólogo se hallaba en un anexo de la clínica Sant Josep de Barcelona, que a principios de este año se vio inmersa en un proceso de crisis económica que llevó a su cierre, en medio de las movilizaciones y protestas de los trabajadores.

Un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha informado de que la supuesta desaparición del historial del monarca se enmarca en las diligencias abiertas en febrero a raíz de la denuncia por coacciones presentada por el urólogo, que ha atendido al rey durante 17 años, aunque ya no forma parte de su equipo médico.

El pasado 10 de febrero, Gil-Vernet presentó en el juzgado una denuncia por coacciones, que ratificó nueve días después, a raíz de unas pintadas amenazantes y el sellado de su consulta.

El juez encargado de la causa autorizó el 24 de febrero a romper las cadenas que impedían el acceso a la consulta, a la que accedió el propio Gil-Vernet acompañado de un notario, en cuya acta detalló el estado de las instalaciones y el comentario del médico de que echaba de menos el expediente del Rey, aunque no llegó a presentar una denuncia específica por este hecho.

La jueza encargada de la denuncia por coacciones siguió con la causa y, tras tomar declaraciones a Gil-Vernet y a algunos trabajadores, decidió el 30 de abril sobreseer provisionalmente el caso, al no existir indicios de la autoría de dichas coacciones.