Un informe de Amnistía Internacional (AI) denuncia que los
videojuegos siguen promoviendo una normalización de los abusos de
los derechos humanos y, en concreto, que fomentan roles y
estereotipos discriminatorios hacia las mujeres e incluso que, a
veces, se fomenta la violencia de género.
Este informe, que es el cuarto que realiza AI sobre el fomento de
los derechos humanos en el mercado de los videojuegos, ha analizado
medio centenar de juegos del entorno PC y videoconsolas, quince
páginas web de descargas de juegos a través de internet y ha
estudiado la accesibilidad y control de los menores en los salones
recreativos de nuestro país y las revistas especializadas del
sector.
Bajo el título «Con la violencia hacia las mujeres no se juega»,
el informe, presentado ayer, incide en el respeto de los Derechos
del Niño en relación a los contenidos que reciben de los
videojuegos y en la imagen discriminatoria que sufren las mujeres
retratadas en estos juegos por razón de sexo.
Según señaló el presidente de la sección española de AI, Esteban
Beltrán, en la investigación han descubierto agresiones a mujeres,
asesinatos, violaciones, esclavitud, tortura, prostitución forzada,
abuso de menores, tratamiento de mujeres como objetos y otras
violaciones de derechos humanos como ataques a la población civil,
entre otros.
Ejemplo del trato que recibe la mujer en los videojuegos se
puede observar en el juego «Grand Theft Auto: San Andreas», uno de
los más vendidos este año, en el que las mujeres en ejercicio de la
prostitución son objeto de agresión y asesinato por parte de quien
protagoniza el juego.
En «Benki Kuosoko», el jugador puede realizar todo tipo de
vejaciones a una mujer japonesa, amordazada y maniatada, que se
encuentra sentada con las piernas abiertas sobre un retrete,
mientras que «Sociolotron» incluye en su argumento violaciones y
esclavitud sexual con consecuencias como la transmisión de
enfermedades y embarazos forzados.
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