Juan Pablo II abandonó el Gemelli a bordo de un automóvil monovolumen.

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EFE-CIUDAD DEL VATICANO

Juan Pablo II saludó y bendijo en varias ocasiones a los centenares de personas congregadas en el Gemnelli para despedirle. El alta del Papa fue anunciada pocos minutos después de que Juan Pablo II, que en mayo cumplirá 85 años, apareciera tras la ventana de la habitación que ocupa en el «Gemelli» para impartir la bendición después del ángelus dominical y pronunciara sus primeras palabras en público, que fueron acogidas con grandes aplausos y conmoción por los centenares de fieles presentes en el hospital y en la plaza de San Pedro.

Juan Pablo II abandonó el Gemelli a las 18.20 hora local (17.20 GMT) a bordo de un automóvil monovolumen de la Ciudad del Vaticano, que había llegado minutos antes para recogerle. El Pontífice viajó sentado delante, al lado del conductor, acompañado de su secretario particular, el arzobispo Estanislao Dziwisz, quien en estos 18 días ha permanecido siempre a su lado en el Gemelli.

«Queridos hermanos y hermanas, gracias por vuestra visita. Viva Wadowice. Saludo a los Legionarios de Cristo. Buen domingo y buena semana», dijo el anciano Pontífice, con voz ronca, pero clara, tras bendecir varias veces a los presentes. En polaco dijo «viva Wadowice», su pueblo natal, mientras que el resto lo pronunció en italiano.

Y es que en la explanada del «Gemelli» se habían congregado medio centenar de polacos, casi todos de su pueblo, los mismos que acudieron al hospital para cantarle y desearle una rápida recuperación, medio millar de Legionarios de Cristo, así como centenares de personas procedentes de Italia y otros países.