El presidente del Gobierno depositó una corona de flores junto al monumento conmemorativo del campo.

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MIGUEL BLANCO-AUSTRIA
El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, rindió ayer el homenaje que en nombre de España estaba pendiente hacia los republicanos españoles recluidos en Mauthausen, según dijo, y avanzó que su Ejecutivo impulsará otros más y elogió su contribución para una España en paz. Rodríguez Zapatero hizo esas consideraciones en su intervención en el acto celebrado en el campo de concentración austríaco de Mauthausen con motivo del 60 aniversario de su liberación y en el que proliferaron las banderas republicanas.

Acompañado de su esposa, Sonsoles Espinosa, Zapatero saludó a muchos de los que padecieron este campo de concentración y alguno de ellos no pudo reprimir las lágrimas al fundirse en un abrazo con el jefe del Gobierno español.

El antiguo campo de concentración nazi celebró un acto central por ese aniversario, que fue precedido de una serie de conmemoraciones simultáneas por parte de cada país con compatriotas que sufrieron directamente en él la barbarie nazi. En Mauthausen fueron concentrados la mayoría de los republicanos españoles durante la II Guerra Mundial y, de los 8.000 que allí fueron trasladados, sólo unos 2.000 sobrevivieron.

Un grupo de los que aún viven, acompañados por sus familiares, estuvieron hoy en el acto celebrado en el monumento dedicado especialmente a ellos y portaron numerosas banderas republicanas y de Cataluña, Euskadi y la Comunidad Valenciana.

Una bandera republicana fue colocada también en uno de los dos grandes mástiles que flanquearon el lugar desde el que Zapatero se dirigió a los que acudieron al homenaje, mientras que en el otro ondeaba la bandera española.

Zapatero subrayó que cualquier ser humano se conmueve en Mauthausen y él, «como presidente del Gobierno de la España democrática», quería hoy «rendir homenaje, recuerdo, memoria y admiración» a todos los españoles que sufrieron en este campo de concentración «en su lucha por la libertad y la dignidad».