Vista general de la ceremonia de ordenación, ayer en la Basílica de San Pedro de Roma.

TW
0

La Iglesia católica pedirá a sus fieles que respalden la manifestación convocada el sábado 18 de junio en Madrid por el Foro de la Familia para mostrar su oposición al proyecto que regulará las uniones matrimoniales entre parejas del mismo sexo, según informaron fuentes episcopales.

Pero desde los despachos de la CE no se oculta la simpatía hacia la convocatoria y su esperanza en que ésta tenga éxito. Las mismas fuentes recuerdan que la última nota del Comité Ejecutivo sobre la objeción de conciencia señala que los católicos «no pueden mostrarse indecisos ni complacientes» con la nueva regulación del matrimonio, «sino que han de oponerse a ella de forma clara e incisiva».

La Conferencia Episcopal no tiene previsto, en principio, manifestar su apoyo institucional a la manifestación. Sin embargo, aunque su nombre no figure entre la lista de colectivos que irán tras la pancarta, desde las filas de la Iglesia se hará todo lo posible para que los católicos acudan «en masa» a la manifestación.

Para ello, los sacerdotes y obispos intensificarán su labor pastoral a lo largo de los próximos días, a través de las distintas diócesis españolas, parroquias y la red que conforma su tejido asociativo. Todo ello, se realizará manteniendo las distancias con los convocantes y dejando bien claro que la Conferencia Episcopal «no tiene nada que ver» con la organización de esta protesta.

Se da la circunstancia de que la CE se encuentra en los prolegómenos de un proceso de negociación con el Gobierno sobre distintas cuestiones, como la asignatura de religión y la financiación de la Iglesia por el Estado para los próximos años

Además, tanto desde el Gobierno como desde la jerarquía católica se insiste en el mutuo entendimiento y la voluntad de diálogo entre ambas instituciones. Eso sí, los obispos harán valer su independencia sobre el funcionamiento de sus diócesis.

Esta semana, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal (CEE) y Arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, volvió a arremeter contra el proyecto del Gobierno y advirtió de que «la democracia, con esta permisividad, camina hacia su destrucción».

Benedicto XVI ordenó ayer en la Basílica de San Pedro a 21 nuevos sacerdotes, de ellos cinco suramericanos, en una ceremonia solemne en la que dijo que la Iglesia debe abrir la frontera entre las clases y las razas y que en ella no puede haber ni olvidados ni despreciados. De los 21 nuevos sacerdotes, once son italianos y el resto provienen de Bolivia (dos), Uruguay, Costa Rica, Perú, Irlanda, Rumania, Kenya, Angola y Nigeria. Estas son las primeras ordenaciones sacerdotes que lleva a cabo Benedicto XVI, quien les pidió que hagan de la Eucaristía el centro de cada día, que la celebren con dignidad y que lleven a los hombres «de nuevo» al misterio eucarístico.