Fue un encuentro «relajado y cordial», en palabras de don Juan
Carlos, en el que Benedicto XVI se mostró «abierto, simpático, muy
vivo y cariñoso». «Es más reservado que el anterior papa (Juan
Pablo II), pero tiene un gran sentido del humor», comentó la reina
Sofía tras la audiencia.
Media hora duró la conversación que mantuvieron los Reyes con el
Pontífice, celebrada en la biblioteca del Palacio Pontificio. Ésta
es la primera audiencia, de carácter «privado», según la ha
calificado la Santa Sede, que Benedicto XVI celebra con los máximos
representantes de una casa real.
Doña Sofía, en virtud de un antiguo privilegio del que sólo
gozan las reinas católicas, vestía de blanco, un traje de chaqueta,
mientras que don Juan Carlos llevaba un traje oscuro. Sin la
ceremonia y el protocolo que rodean las audiencias del Papa en El
Vaticano, su encuentro con los Reyes sirvió para que don Juan
Carlos transmitiera al Santo Padre una invitación para visitar
España.
El Rey le recordó que el próximo año en Valencia se celebrará un
Congreso Internacional de la Familia al que había anunciado su
presencia Juan Pablo II. Don Juan Carlos confía en que Benedicto
XVI viaje entonces a España, un deseo compartido también por el
presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el de
la Generalitat Valenciana, Francisco Camps.
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