«Tengo una cara como todo el mundo»

Arropada por los dos equipos médicos que la atienden, Isabelle Dinoire, que perdió los labios, parte de la nariz y la barbilla al ser atacada por su perro en mayo pasado, mostró ayer, por primera vez, su nuevo rostro en una rueda de prensa en el hospital universitario de Amiens, donde sigue ingresada.

Con evidentes dificultades para hablar, la mujer se limitó a leer un texto en el que explicó su drama tras ser atacada brutalmente por su perro y la vida que se le abre ahora con su nuevo rostro, en el cual se aprecian con nitidez las cicatrices de la operación y bastante rigidez en la expresión.

«Mi operación podrá ayudar a otros a vivir de nuevo», declaró la mujer, en referencia a las cinco personas que esperan ya en Francia una autorización sanitaria, para añadir cómo después de ser atacada por su perro, intentó encender un cigarrillo y no pudo, momento en el que descubrió «horrorizada» al mirarse en el espejo cómo había quedado desfigurada.

Dinoire se mostró visiblemente impresionada e intimidada ante el más de centenar de periodistas que abarrotaban el salón de actos del hospital, aunque en dos o tres ocasiones esbozo una tímida sonrisa. Tras relatar su aceptación inmediata del trasplante, pues tras el accidente no quería salir a la calle por «miedo a la mirada de los otros», rindió un «homenaje» especial a la familia de la donante.

«Su labio inferior, poco a poco, va a ir recuperando su tonicidad y ya ha mejorado mucho», subrayó, por su parte, el profesor Bernard Devauchelle, jefe del servicio de cirugía maxilofacial del hospital universitario de Amiens, que fue quien la operó.