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La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, pidió ayer la «máxima prudencia» respecto a la causa de la muerte del joven Javier Monge, a la espera de la autopsia que se le practicará para aclarar si se trata de la variante humana del mal de las vacas locas.

Las autoridades sanitarias creen «muy poco probable» que la muerte el miércoles de Monge, en el Hospital 12 de Octubre, se deba al mal de las vacas locas, pero su familia asegura todo lo contrario.

Ayer tarde, en declaraciones en los pasillos del Congreso antes de comparecer en la Comisión Mixta sobre Drogas, Salgado transmitió sus condolencias a la familia de Monge, y aseguró que el origen de su enfermedad «no se podrá determinar hasta que se determinen los resultados de los análisis». Hasta entonces, «hay que tener mucha prudencia», declaró.