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AGENCIAS-VATICANO
La decisión de Benedicto XVI de castigar al fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, investigado por abusos sexuales contra seminaristas, subraya la línea de «tolerancia cero» adoptada por el Papa Ratzinger para casos de este tipo y otros contrarios a la moral de la Iglesia.

Los Legionarios de Cristo en un frío comunicado señalaron ayer que Maciel, «con el espíritu de obediencia a la Iglesia que siempre lo ha caracterizado», ha aceptado la decisión «con total serenidad y con tranquilidad de conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias» para la congregación. Los legionarios subrayaron que aceptan y aceptarán todas las decisiones del Sumo Pontífice del Vaticano.

Benedicto XVI, informó ayer el Vaticano, ha exigido al sacerdote Maciel, de 86 años, que renuncie «a todo ministerio público» y que lleve una vida retirada, de rezos y penitencias.

Teniendo en cuenta la avanzada edad y el delicado estad de salud de Maciel, el Papa decidió que no sea sometido a un proceso canónico.

El Vaticano, sin embargo, no precisó si se confirmaron los casos de supuestos abusos sexuales.

Fuentes vaticanas precisaron a a la Agencia Efe que las medidas de Benedicto XVI anunciadas oficialmente en un comunicado en el que se especificó que «el Santo Padre las ha aprobado» son más que suficiente para resaltar la importancia del castigo impuesto por el Pontífice.

«Para un sacerdote no debe haber cosa más dura que el que se le prohíba celebrar en público», señalaron las fuentes, que agregaron que aunque el texto no precisa si se confirmaron los casos de abusos no es necesario.

«Basta con leerlo, es una manera elegante de reconocerlo y de no hacer daño a los Legionarios, ya que en caso contrario no se habría publicado y menos el Papa le habría exigido públicamente que renuncie al ministerio público ni le impondría penitencias», precisaron las fuentes. A este respecto, el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, dijo que aunque el fundador presente «lados dudosos y discutibles, el árbol que ha criado está sano».