El hotelero Fernando Ferré compareció ante el juez detenido el pasado 16 de marzo.

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Una decena de empresarios responsables de sociedades que trabajaban habitualmente para las reformas y acondicionamiento de los hoteles de Fernando Ferré comparecieron esta semana en el juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa después de que fueran citados dentro de la investigación abierta para aclara si hay indicios de que el hotelero pudo incurrir en un delito contra la legislación laboral. Ello motivó su arresto y puesta a disposición judicial el pasado 16 de marzo.

Todos los testigos se desmarcaron de las presuntas irregularidades encontradas a principios de febrero por la Brigada de Extranjería de Comisaría y la Inspección de Trabajo en los hoteles San Remo y s'Estanyol de Cala de Bou. Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Sant Josep ha ordenado ahora la paralización de las reformas por estar haciéndose ya en temporada. La policía saldó una redada en estos establecimientos, ambos en reforma, con 32 detenidos, 29 trabajadores sin papeles y tres personas que supuestamente actuaban como encargados de las obras y establecían las condiciones de éstos. Según la información recogida por este periódico, los empresarios quisieron dejar bien claro ante el juez que sus obreros no tenían absolutamente nada que ver con las cuadrillas de ilegales que detectó la policía. Éstos indicaron que sus trabajadores coincidieron en ocasiones con otros obreros, muchos de ellos rumanos, sin que se tuviera conocimiento de la situación laboral en que éstos últimos se hallaban.

Los responsables de estas mismas sociedades, a su vez, informaron de que todos sus empleado, contaban con todas las garantías laborales.

La toma de declaración de los empresarios que trabajan con Ferré ha sido un paso más en la investigación judicial que se ah abierto para dilucidar si el empresario tenía algún conocimiento de la situación irregular en la que se encontraban al menos 29 trabajadores. Trece de los 29 ilegales que fueron detenidos declararon en e l juzgado hace ahora un mes. Todos ellos confirmaron que fueron contratados por el encargado de la obra de los hoteles donde se realizaban las reformas. Los operarios también aseguraron que trabajaban de sol a sol por el sueldo de 3,22 horas por hora trabajada. La policía halló indicios de que muchos vivían en los hoteles donde estaban empleados. Ferré, a su salida del juzgado, se limitó a asegurar que «todos son mentiras».