La minoría que ha decidido estudiar prepara los exámenes de junio.

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EUROPA PRESS-PALMA
El alto porcentaje de alumnos que abandona en Balears los estudios tras la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) para incorporarse al mercado laboral dificultará en un futuro la diversificación de la economía balear, lo que contribuirá a perpetuar el «monocultivo turístico» del archipiélago, según asegura el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, Jorge Calero, autor de un informe educativo de la Fundación Alternativas.

«Esta generación va a tener muchas dificultades para integrarse en la sociedad del conocimiento. Además, mirando a largo plazo, otra de las consecuencias es que será difícil diversificar la economía con una fuerza de trabajo no cualificada. Será un problema para un sistema productivo basado fundamentalmente en el turismo», expone el catedrático universitario, quien descarta que la llegada de inmigrantes pueda llegar a solucionar este déficit.

El estudio constata que en Balears únicamente el 47,9 por ciento de la población de 16 y 17 años está matriculado en la educación secundaria postobligatoria, la proporción más baja de todo el país. Calero atribuye esta circunstancia al hecho de que en Balears, al igual que en otras zonas del «arco mediterráneo», sea «más fácil» encontrar trabajo en el sector turístico, y advierte de las consecuencias de esta realidad.

Entre las recomendaciones que realiza el estudio, figura la necesidad de «aumentar la proporción de jóvenes que trabajan y estudian de manera simultánea, facilitando estudios a tiempo parcial, así como reducciones de horario de trabajo en determinados contratos». Además, se aconseja que la administración autonómica opte «por políticas que reduzcan el coste de los estudios en sus territorios y programas de becas adicionales».

En España, la situación no es mucho más halagüeña, según recoge el análisis encargado por la Fundación Alternativas, que revela que el porcentaje nacional de alumnos que cursan Bachillerato y a Ciclos Formativos de Grado Medio es uno de los más bajos de Europa, únicamente por encima de Portugal y Malta. Junto a la temprana incorporación al mercado laboral en algunas comunidades como Baleares, el estudio revela otro factor que condiciona en España la «debilidad del acceso» a estudios después de la Enseñanza Secundaria Obligatoria: la clase social. E indica que los hijos de familias con un estatus laboral más bajo «tienen escasas probabilidades de efectuar el Bachillerato».

Así, el informe señala que sólo el 27 por ciento de los hijos de los obreros, profesión a la que se engloba en la categoría de trabajadores manuales no cualificados, prosigue su formación académica después de acabar la secundaria obligatoria. Un porcentaje que contrasta con el 85 por ciento de los hijos de padres con profesiones liberales o el 77,4 por ciento de los vástagos de propietarios agrarios.

La investigación de Jorge Calero apunta otras variables que determinan el acceso a Bachillerato, como el sexo, ya que la participación de las mujeres en Bachillerato es «considerablemente superior». «El fracaso escolar y el abandono temprano son, sobre todo, fenómenos masculinos».