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EFE-VARSOVIA
Benedicto XVI llegó ayer a Polonia para una visita de cuatro días en los que visitará los campos de concentración de Auschwitz y Birkenauy. El Papa, que destacó que estos campos de exterminio fueron una «cosa tremenda» y que espera que no vuelva a suceder nada parecido en el futuro, fue recibido por milers de católicos. El programa también incluye un recorrido por el palacio arzobispal, donde se asomará desde la ventana en que solía hacerlo Juan Pablo II, y una reunión con miles de jóvenes en la explanada Blonie de Cracovia. Además, visitará también Wadowice y el monasterio de Czestochova, lugares «muy queridos» para Juan Pablo II, según comentó el propio Ratzinger.