El secretario general de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, durante su conferencia de prensa de ayer.

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La Organización Médica Colegial (OMC) hizo público ayer un informe de la Unión Europea que alerta de que el uso de las camas y aparatos de bronceado artificial aumenta en un 50% la posibilidad de tener cáncer de piel.

Sendín subrayó que con la divulgación del informe se pretende que la población que utiliza los centros de bronceado artificial sea consciente del peligro que tienen y recomendó también reducir la exposición natural al sol.

El secretario general de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, dijo ayer en rueda de prensa que el informe del Comité Científico Productos de Consumo de la Comisión Europea fue solicitado por España ante el aumento de los casos de melanoma, que es el cáncer de piel más letal.

Según este especialista, en los próximos años puede haber informes más definitivos sobre la relación entre el aumento de melanomas y las personas que utilizan bancos solares para uso cosmético. El informe subraya que debido a que antes de los años 90 no se usaban los centros de bronceado con tanta profusión como en la actualidad se tardarán todavía varios años hasta conocer de forma científica el papel exacto que desempeñan los aparatos de bronceado de radiación ultravioleta.

No obstante, se destaca que el uso de estos aparatos y también del abuso de la exposición natural al sol pueden aumentar el riesgo de melanoma cutáneo y también del melanoma ocular.

La OMC pretende con el informe divulgar la información entre la población, tal como recomienda la Unión Europea, de los riesgos del bronceado artificial y de la exposición excesiva al sol.

Hace hincapié en que es más perjudicial en las personas con piel clara y fototipos I y II, que son las que más dificultades tienen para broncearse, así como las personas con pecas y muchos lunares, que son las que deberían abstenerse de usar aparatos de bronceado.

Además, insiste en que las personas con piel clara deben usar protección ocular para los ojos frente a las radiaciones solares e incide en que el riesgo es especialmente alto cuando los bancos solares se utilizan en la juventud hasta los 35 años y aconseja que se prohíba entre los menores de 18 años.