Los especialistas creen que puede haber jóvenes especialmente vulnerables a la adicción alcohólica.
Madrid18/08/06 0:00
Un equipo de científicos de la Universidad de Granada ha conseguido probar que los individuos que presentan niveles bajos de endorfinas, deficiencia hereditaria, tienen mayor predisposición genética a ser alcohólico. Su estudio también determina que en el desarrollo de esta adicción intervienen factores sociales, familiares, ambientales y genéticos. En este contexto, el responsable del grupo de investigación, José Rico Irles, asegura que «la prevención del alcoholismo debe pasar por la localización e identificación de los sujetos genéticamente predispuestos».
La beta-endorfina es una especie de morfina producida por el organismo a nivel cerebral en respuesta a varias situaciones, entre las que se encuentra el dolor. Los investigadores consideran que pueden considerarse como «analgésicos endógenos» ya que inhiben la transmisión del dolor. Además, es un marcador biológico útil para identificar específicamente a los individuos que se encuentran en alto riesgo genético de desarrollar el alcoholismo.
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