Joaquín Almunia, segundo por la izquierda, es el comisario europeo de Asuntos Económicos.

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EUROPA PRESS-BRUSELAS
La Comisión Europea publicó ayer un nuevo informe sobre el impacto del envejecimiento de la población sobre las cuentas públicas en el que sitúa a España entre los países con «riesgo medio» porque, aunque el gasto relacionado con las personas mayores aumentará 8,5 puntos porcentuales del PIB entre 2004 y 2050, una de las cifras más altas de la UE, ello se verá compensado en buena parte por la situación presupuestaria «cómoda» que se registra en nuestro país en la actualidad.

La estrategia que plantea el Ejecutivo comunitario para hacer frente a este problema se basa en tres pilares: ajustar todavía más las cuentas públicas, aumentar las tasas de empleo y reformar los sistemas de pensiones.

El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, advirtió en todo caso de que la inmigración no es la «solución definitiva» para España porque lo único que hace es «posponer el momento en el que el envejecimiento de la población plantea serias presiones sobre las cuentas públicas y sobre los sistemas de protección social». Si no cambian las tendencias demográficas subyacentes, explicó Almunia, el problema se planteará de nuevo cuando los inmigrantes se marchen o se jubilen, y además las segundas generaciones de inmigrantes adoptan las pautas de comportamiento europeas y tienen menos hijos.

El informe de Bruselas señala que el crecimiento de la economía española se ralentizará durante las próximas décadas desde el 3% durante 2004-2010 al 2% en 2011-2030 y al 0,6% del 2031 al 2050. Ello se debe en parte al envejecimiento de la población, ya que la tasa de dependencia aumentará del 25% en 2004 al 66% en 2050, el mayor incremento en la Unión Europea.