Las múltiples ocupaciones para hacer más provechoso el tiempo de ocio pueden llegar a saturar.

TW
0

El estrés en los niños está cada vez más presente en la sociedad actual. La causa principal de este mal es el exceso de actividades extraescolares que los menores realizan a diario debido a la falta de tiempo de los padres para estar con ellos. Los pequeños que cursan el último curso de Educación Primaria hasta los que están en tercero de Secundaria, es decir con edades comprendidas entre los doce y los catorce años, son los que tienen más probabilidades de padecer este tipo de patología.

Esta enfermedad, que afecta del mismo modo a los pequeños de ambos sexos, se puede diagnosticar a partir de una serie de síntomas que puede presentar el niño.

El estrés no sólo afecta ya a los adultos, sino que cada vez es más frecuente que los niños sufran esta patología.

Los menores con edades comprendidas entre los doce y los catorce años, es decir desde sexto de primaria hasta tercero de la E.S.O, son los más afectados por este nuevo mal que parece estar de moda.

Los aspectos más característicos que denotan estrés en los niños son el bajo rendimiento escolar, la falta de ganas de acudir al colegio o las malas relaciones del alumno tanto con sus compañeros de clase como con los profesores.

Para Biel Pujol, vocal de Psicología infantil del Colegio Oficial de Psicólogos de Baleares (COPIB), el estrés infantil se refleja en la «imposibilidad» de hacer los deberes y la «falta de ganas» de ir al centro escolar por parte del niño. Además, añadió, también experimentan «cambios de humor significativos» y «respuestas desmedidas» ante los hechos que ocurren a su alrededor.

Según Pujol, para los niños es «sumamente importante» el aspecto afectivo en los primeros años de su vida, ya que es la etapa en la que más necesitan contar con «la seguridad de los padres», al mismo tiempo que tienen que sentirse «queridos y estimulados», algo que parece cada vez más difícil que llegue de sus progenitores con el ritmo de vida que se lleva actualmente. El principal motivo de ello es que los padres, debido al excesivo tiempo que pasan en sus lugares de trabajo, se ven obligados a apuntar a sus hijos a infinidad de actividades extraescolares, algo que para el psicólogo es una «sobrecarga».

Sin embargo, quiso dejar claro que lo importante «no es que los padres pasen mucho tiempo con sus hijos, sino que ese tiempo sea de calidad», y destacó que los fundamental en el entorno del menos es que éste «cree lazos afectivos con sus progenitores».