La ministra española de Sanidad y candidata a dirigir las OMS, Elena Salgado, defendió ayer en una entrevista con Efe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) necesita «más transparencia y capacidad de liderazgo».
Para ella, la OMS tiene en los objetivos del Milenio contra la pobreza «un reto y una oportunidad», porque «tienen mucho que ver con la salud y ya ha quedado muy claro que no se pueden separar la salud del desarrollo ni de la lucha contra la pobreza».
Salgado es la primera candidata que España presenta para estar al frente de esta organización, y en su currículum figura un extenso perfil académico y profesional: es ingeniera industrial y economista y ha desempeñado numeroso cargos de responsabilidad y gestión en el ámbito de la economía, la cultura, la sanidad y las telecomunicaciones.
La ministra española, que compite con otros diez postulantes, dos de ellos también mujeres, una de China y otra de Turquía, entiende que la organización tiene que ser «más fuerte y enérgica» en la defensa de los derechos humanos y en la lucha contra la discriminación de la mujer, «porque sólo así se conseguirá mejorar su salud y la de los niños».
En este sentido estimó que a las mujeres se les sigue considerando de «segunda clase» y que poco se podrá hacer por mejorar su salud en los países del tercer mundo, si esto no cambia.
Agregó que la mejora de la situación sanitaria en estos países pasa por una red de saneamiento y de agua potable y un sistema de salud que funcione, sobre todo en el ámbito primario y que llegue a todos los sitios.
Por lo tanto, dijo, la OMS tiene que ayudar a los países en vías de desarrollo a construir sistemas de salud de carácter universal.
En cuanto al funcionamiento interno, Salgado defendió que debe ser «más transparente, eficiente, menos burocrática y más descentralizada», pero «no en términos de presupuesto, sino de responsabilidades».
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