«Sin techo, sin derechos», es el lema de la jornada dirigida a mejorar las condiciones sociales de los 30.000 indigentes de las calles españolas.

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Hoy se celebra el Día de los Sin Techo. Por este motivo Cáritas denunció ayer «una tendencia generalizada de los ayuntamientos de toda España a aprobar ordenanzas municipales destinadas a hostigar la vida de las personas sin hogar en la calle».

Según Cáritas, con ello se intentan establecer «medidas de control para aislar a determinados grupos sociales que son catalogados como «peligrosos», «incívicos» o susceptibles de «perturbar la convivencia de los buenos ciudadanos», añaden en un comunicado público la citada organización católica, la Federación de Asociaciones de Centros para la Integración y Ayuda a los Marginados y la sección española de la Federación europea de Asociaciones Nacionales de Personas sin Hogar.

Dichas ordenanzas municipales, «fuente de grave exclusión y marginación de las personas sin techo, estigmatizan y criminalizan aún más a un colectivo ya de por sí vulnerable».

Por todo ello se pide «derogar ordenanzas represivas y policiales en el uso y regulación del espacio público».

Con ocasión del Día de los Sin Techo, cuya décimo cuarta edición se celebra bajo el lema, «Sin techo, sin derechos. Hoy también duermo en la calle. A la sociedad le falto yo», Cáritas también expresa su preocupación por el aumento de las agresiones físicas o violentos contra las personas que viven y duermen al raso.

En este contexto recuerda que -según datos del INE de 2005-, el 42 por ciento de las personas sin techo ha recibido insultos o amenazas, un 40% ha sido víctima de un robo y el 3'5% ha sufrido agresiones sexuales (13% en las mujeres y 1'5% en los hombres).

De los más de ocho millones y medio de pobres que hay en España, agrega, «la peor situación la sufren las 30.000 personas que carecen de un techo y las 273.000 que están en infraviviendas».

En toda la Unión Europea se calcula que hay tres millones de personas sin hogar y otros 18 millones que se cobijan en viviendas muy precarias.