Un cayuco, junto al barco de Salvamento Marítimo arribado a Canarias.Foto: EFE

TW
0

EUROPA PRESS-ALICANTE/MADRID
El conflicto humanitario está servido mientras 26 inmigrantes, uno de ellos cadáver, permanecen a bordo del pesquero alicantino 'Nuestra Madre del Loreto' después de ser rescatados el miércoles frente a las costas libias. Tras el rechazo inicial del gobierno de Tripoli a hacerse cargo de la situación y las presiones del Gobierno a Libia, el país africano autorizó finalmente esta tarde el atraque del buque, según confirmó el patron de la nave, José Luis Sestayo. Anteriormente había mostrado «cierto temor» a la posible reacción de los inmigrantes si finalmente descubren que terminarán en Africa, ya que confían en llegar finalmente a España.

En este sentido, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, extendió las negociaciones relatadas por León no sólo a Libia si no también a la UE. La vicepresidenta habló en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de diálogos entre el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, y el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini. «Gestiones diplomáticas» que pretendían lograr una solución «urgente», según De la Vega, y que finalmente darían sus frutos.

El secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, aseguró ayer que desde el Ejecutivo se estuvo ejerciendo «presión sobre Libia» para que pusiesen fin a su «grave» negación a admitir a los rescatados. «Ya veremos si no las alternativas, pero creemos que Libia debe aceptar el desembarco de los inmigrantes», recalcó León en el marco del II Encuentro Atman de Debate Internacional 2007, en Madrid, antes de saber de la autorización final. El desembarco en tierra africana llevaría a cabo un «principio humanitario fundamental», especialmente porque a bordo viaja un cadáver, según León. No obstante, la autorización libia sólo permite de momento el amarre a puerto, no el desembarco de los pasajeros.

El patrón del barco, José Luis Sestayo, confirmó que los inmigrantes, todos varones con edades de entre 18 y 25 años, proceden de Nigeria y Mali. Sería deseable que ahora «los trasladaran a España, Italia o Malta, pero que no los llevaran al mismo horno del que salieron», subrayó Sestayo. El patrón mandó un mensaje a las autoridades españolas e internacionales para que la UE se convierta en el destino de los rescatados, que confían en pisar tierra española cuando finalice su calvario.