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La Comisión Europea (CE), que confirmó la existencia del aceite en Francia, Italia, Holanda, Reino Unido y España, ha explicado que, según los análisis efectuados, el riesgo ante su consumo se sitúa en el nivel más bajo de la escala europea, pues no pone en peligro la salud humana.

Soria ha explicado en Sevilla que «está perfectamente controlada la entrada y la identificación» del producto contaminado, y ha señalado que se están localizando todas las partidas que posteriormente se incorporarán a las tiendas o bien se retirarán.

Marcas
En el caso de que los consumidores hubieran comprado aceite de girasol antes de la recomendación sanitaria, ha dicho que tiene una concentración muy baja de hidrocarburos y que, por tanto, «no hay riesgo de toxicidad aguda».

El ministro no ha querido desvelar, «por prudencia», las marcas afectadas, aunque las dará a conocer en los próximos días.
Soria ha justificado las medidas drásticas adoptadas para proteger a los ciudadanos en la sensibilidad especial existente entre la población española, al haberse producido en el pasado casos de crisis alimentarias relacionadas con el aceite.

El presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Félix Lobo, ha asegurado que la retirada se ha producido «de forma voluntaria por parte de las empresas» tras un acuerdo adoptado entre distribuidores, productores y establecimientos.

Lobo se reunió ayer con la presidenta del Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU), Francisca Sauquillo, y con diez organizaciones de este ámbito, que han aplaudido la actuación preventiva de Sanidad. Sauquillo ha declarado que «por encima de todo está el derecho de preocuparse por la salud de los ciudadanos» y ha instado a los fabricantes y a las empresas a que no vendan aceite de girasol hasta que se levante la alarma.

La Federación de Consumidores en Acción (FACUA) ha denunciado la «falta de transparencia» de Sanidad y ha expresado su «inquietud» por las declaraciones del ministro de Sanidad.

El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, ha sostenido que las palabras de Soria «aumentan la falta de transparencia en la alerta», ya que ha informado de que «se inmovilizaron y retiraron algunas partidas de aceite procedentes de Ucrania» cuando el Ministerio «no ha ordenado la retirada» del producto del mercado.

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Lorenzo Ramos, ha considerado «alarmante y una absoluta barbaridad» la forma en la que el Gobierno ha gestionado el problema, porque «han montado un follón que va a poner al sector patas arriba».