El papa Benedicto XVI pidió ayer en Sídney perdón por los casos de pederastia cometidos en Australia por algunos sacerdotes católicos y aseguró que «los responsables deben ser llevados ante la Justicia», pese a lo cual las víctimas creen que esa disculpa no es suficiente.
«Me gustaría detenerme para reconocer la vergüenza que todos nosotros tenemos que sentir como resultado de los abusos sexuales de menores cometidos por algunos sacerdotes y religiosos en este país», afirmó.
El Papa dijo que «las víctimas deben recibir compasión y cuidado» y que «los responsables de tales males deben ser llevados ante la Justicia».
Después, destacó que esas «fechorías, que constituyen una grave traición a la confianza, merecen una condena inequívoca» y afirmó que «han causado un gran dolor y un gran daño al testimonio de la Iglesia».
'Ritos Rotos'
Según la organización «Broken rites» (Ritos Rotos, en inglés), que defiende a las víctimas de esos abusos en Australia, ciento siete sacerdotes católicos han sido condenados en Australia por ese motivo y cuatro casos permanecen aún abiertos.
Pese a la disculpa, las víctimas y sus representantes consideran que no ha sido suficiente.
«Si pides perdón a una víctima, lo haces directamente, le dices a esa víctima que lo sientes y buscas medidas para ayudarle», dijo Chris MacIsaac, presidenta de Ritos Rotos.
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