Miembros del Movimiento a Favor de la Vida intentan impedir el paso de la ambulancia. Foto: STEFANO CARDINI/EFE

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G. MORENO/EFE-ROMA

El cardenal y presidente del Consejo Pontificio para los agentes sanitarios, el mexicano Javier Lozano Barragan, pidió ayer frenar «esa mano asesina» que suspenderá la alimentación artificial a Eluana Englaro, la mujer italiana que lleva poco más de 17 años en estado vegetativo.

Así lo declaró sin ambages al diario italiano La Repubblica después de saber que Eluana Englaro iba a ser trasladada al centro sanitario La Quiete, de Udine, donde los médicos dejarán de suministrarle la alimentación que la mantiene en vida.

El cardenal reiteró que «interrumpir la alimentación y la hidratación equivaldría a un abominable asesinato y así lo proclamará siempre la Iglesia en voz alta».

Preguntado sobre la sentencia del Tribunal Supremo italiano que autoriza a la familia de Eluana a desconectar la alimentación, insistió en que «con todo el respeto por las sentencias, la posición de la Iglesia en defensa de la vida es siempre la misma y no cambiará en función de lo que digan los jueces».

Eluana Englaro fue trasladada ayer a la clínica La Quiete, donde dentro de tres días un equipo de voluntarios le retirará la alimentación y la hidratación asistida. La paciente fue trasladada de madrugada desde la clínica de Lecco, donde ha pasado los últimos años atendida por unas monjas.

Hace unas semanas el centro médico había aceptado acoger a la mujer y cumplir así la sentencia del Tribunal Supremo, que el pasado noviembre autorizó a su familia a desconectarla tras una larga batalla judicial.

La clínica Quiete, una casa de cuidados para ancianos financiada por el Ayuntamiento de Udine, podría eludir la circular del Ministerio de Sanidad del pasado 17 de diciembre en la que se prohibía a cualquier centro médico público o privado interrumpir la alimentación en estado vegetativo.

Según los expertos, Eluana puede tardar unos quince días o más en morir.

Los grupos que se oponen a que la mujer sea desconectada han comenzado sus protestas, y ante las puertas de la clínica de Lecco se vivieron momentos de tensión cuando un grupo de personas del Movimiento a Favor de la Vida intentaron detener la ambulancia para evitar su traslado.