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La Fiscalía de Udine está investigando por homicidio voluntario al padre de Eluana Englaro, la mujer que llevaba 17 años en estado vegetativo y que falleció el pasado 9 de febrero después de que los médicos suspendieran la alimentación e hidratación artificial, según informó ayer la prensa italiana.

Tras la denuncia, presentada por la asociación Verità e Vita, el fiscal ha comenzado también a investigar a otras 13 personas, entre las que se encuentra el médico anestesista Amato de Monte, que guió al equipo médico en la retirada de la sonda a Eluana Englaro.

Según manifestó el presidente de la asociación denunciante, Mario Palmaro, la denuncia «incluye nombres y apellidos». «Se trata de una relación detallada en la que llamamos a la causa a Beppino Englaro, al personal médico y enfermeras, así como a los responsables de la clínica».

Esta misma semana se conoció que el propio anestesista, una enfermera y dos periodistas estaban siendo investigados por haber fotografiado a la enferma mientras moría. Según los investigadores, el protocolo médico de actuación prohibía realizar fotografías o filmar a la mujer. Sin embargo, el abogado de De Monte, Giuseppe Campeis, explicó que las fotografías fueron realizadas para testimoniar que todo se estaba llevando a cabo con la sentencia judicial que autorizaba desconectar a Eluana del sistema de alimentación artificial.

Intensa polémica

El controvertido caso de Eluana Englaro ha desatado una intensa polémica en Italia. Después de largos años de batalla judicial, la familia consiguió que el Supremo autorizara suspender la alimentación y la hidratación asistidas.

Sin embargo, el Gobierno de Berlusconi intentó impedir que la sentencia del Tribunal Supremo fuera ejecutada.

Finalmente, la familia encontró una clínica privada, la 'Quiete' de Udine (norte de Italia), que quedaba fuera de las prohibiciones impuestas por Berlusconi. Después de que los médicos interrumpieran la alimentación, Eluana tardó cuatro días en morir.