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OTR/PRESS

La campaña publicitaria presentada el lunes por la Iglesia católica a favor de la vida y en contra de la reforma de la Ley del Aborto no ha dejado indiferente a nadie. Así, según la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, el PP «respeta» la campaña y defiende que la Iglesia tiene «todo el derecho del mundo a expresar su opinión».

En el lado contrario, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, aseguró que es una medida «demagógica y extremista» y se preguntó si la Iglesia quiere ver en la cárcel a las mujeres que aborten.

«Se hacen campañas de todo tipo y no seré yo quien la critique», señaló en rueda de prensa Sáenz de Santamaría, quien agregó que «cualquiera es libre de hacer la campaña que estime más conveniente para trasladar su opinión».

La portavoz acusó al Gobierno de «reformar leyes frívolamente sin buscar el consenso», lo que genera «división en la sociedad española en un tema muy sensible» como el aborto. Y es que según Sáenz de Santamaría, «es un debate que se ha abierto frívolamente», ya que, pese a que la ley tenía problemas de aplicación, se podían resolver sin necesidad de una nueva ley.

Sobre la posible reforma en la que las mayores de 16 años podrán interrumpir el embarazo sin el consentimiento y conocimiento paterno, el PP se mostró «radicalmente en contra». Además, agregó que «no tiene ningún sentido» que una chica de 16 años pueda abortar pero no pueda votar y tenga que pedir permiso para ponerse un 'piercing'.

Asimismo, los populares aseguraron estar «muy preocupados por el mensaje que se está enviando a los adolescentes de que (el aborto) es un método anticonceptivo más». Por ello, Sáenz de Santamaría pidió al Gobierno «una reflexión profunda sobre los mensajes que está trasladando».

Sobre esta polémica, el vicesecretario del PSOE, José Blanco, defendió que una niña de 16 años puede casarse y, por tanto, ejercer «responsablemente» la maternidad. «Partimos de la base de que la gente aplaude abortar» cuando «se trata de una situación límite» a la que «nadie quiere verse abocado». En cuanto a la campaña, el número dos de los socialistas consideró que la Iglesia «camina hacia atrás», mientras que la reforma para ampliar la ley del aborto va a «garantizar más derechos» a las mujeres y los profesionales. Además, desde su posición «como católico», Blanco calificó a la Iglesia de «hipócrita» por realizar debates que «retrotraen 20 años atrás».