La policía dispersa a los estudiantes cerca de la Conselleria d'Innovació, Universitats i Empreses, donde protestaban por el desalojo. Foto: TONI ALBIR/EFE

TW
0

C. DOMÈNEC/AGENCIAS-BARCELONA

El desalojo forzoso del rectorado de la Universidad de Barcelona (UB), ocupado desde hace cuatro meses por universitarios contrarios al proceso de Bolonia, provocó ayer una batalla campal entre los estudiantes y los Mossos d'Esquadra que se saldó con 6 detenidos, que posteriormente fueron puestos en libertad, y 21 heridos, ninguno grave. Entre los detenidos se encuentra un joven estudiante mallorquín de Bellas Artes.

Los incidentes, que tuvieron lugar en varios puntos de la ciudad, se produjeron después de que la policía expulsara, en una operación iniciada a las 05.00 horas, al medio centenar de estudiantes que el pasado 20 de noviembre se instalaron en el edificio histórico de la UB para mostrar su rechazo al nuevo espacio universitario europeo.

Los enfrentamientos entre policías y estudiantes ocurrieron durante toda la mañana, primero en las calles colindantes a la Plaça Universitat y después en Diagonal, Balmes y Palau Robert. El menorquín Adrià Pons, estudiante de Filología Catalana, relató: «No he podido entrar en el edificio de la facultad y no he recibido un palo y un botellazo por muy poco».

El rector de la Universidad de Barcelona, Dídac Ramírez, afirmó que la agresión a un estudiante y a una vigilante del centro y la dificultad para llevar a cabo algunas clases motivaron la orden de desalojo.

Los universitarios consideraron «lamentable» que se enviase a los antidisturbios y que ése fuera «el último recurso» de las autoridades universitarias y aseguraron que la ocupación no impidió en ningún momento el funcionamiento del centro.

Uno de los miembros de la Coordinadora de Asociaciones de Estudiantes (CAE) explicó que no esperaban que los policías los desalojaran porque el rector de la UB les había prometido que no lo harían. Según este representante de los estudiantes, once furgonetas de antidisturbios se presentaron en la universidad y entraron «sin previo aviso, sin negociación y sin petición de que los estudiantes salieran de forma pacífica». En una hora desalojaron a los estudiantes, que sufrieron contusiones.

Debido al cierre de las facultades, unos 500 estudiantes decidieron concentrarse frente a la sede de la Conselleria de Innovación, Universidades y Empresas en el paseo de Gràcia de Barcelona, aunque fueron rápidamente dispersados por los agentes, para pedir la dimisión del conseller Josep Huguet. En esta concentración otras tres personas fueron arrestadas.

La Coordinadora de Asamblea de Estudiantes consideró «indigna» la situación vivida. «La persecución indiscriminada por parte de la policía, la entrada al edificio histórico de la UB así como el despliegue policial en pleno centro de Barcelona no puede hacer nada más que rememorarnos a esos tiempos», señaló la asociación en referencia a la Transición.