El profesor Jesús Neira aseguró ayer que su mayor deseo, tras salir este mediodía del Hospital Puerta de Hierro-Mahadahonda (Madrid), es volver a su «vida normal» como profesor, con sus alumnos, sus artículos y su colaboración con los medios de comunicación; «como ha estado siempre». «En fin, volver a la vida», recalcó.
Éstas fueron sus primeras palabras tras salir del hospital, donde ha permanecido ingresado ocho meses después de caer en coma como consecuencia de la brutal agresión que sufrió por salir en defensa de una mujer que estaba siendo maltratada.
Asimismo, señaló que volvería hacer lo mismo que el día de la agresión, el pasado 2 de agosto, «porque si no, esa mujer no estaría viva». «Lo primero que voy a hacer mañana es leer la prensa con tranquilidad, venir al hospital para la rehabilitación y, ya por la tarde, dedicarla a estar en el despacho», explicó.
Neira reconoció que su recuperación ha sido «muy lenta, laboriosa y muy dura», pero cada día «estoy mejor». «He echado muchas cosas de menos, fundamentalmente el poder respirar bien y controlar mis movimientos», indicó, y también otras más secundarias como ver la televisión, estar en medio de un atasco o dar un paseo por la Casa de Campo.
El profesor de universidad abandonó el hospital minutos después de las 12.30 horas sentado en una silla de ruedas. Ya en la puerta de salida atendió al casi centenar de cámaras y periodistas que le esperaban y, momentos después, apoyándose del brazo de su mujer, Isabel Cepeda, y de sus hijos, se levantó de la silla para salir de pie del centro hospitalario. A continuación, Neira caminó hasta una carpa instalada para festejar su «regreso a la vida» y celebrar también su cumpleaños. Allí, le esperaban decenas de amigos y familiares y también el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, que le regaló una corbata «para que se incorpore cuanto antes a la vida laboral».
El profesor contemplo cómo se soltaban 256 globos blancos, uno por cada día que ha estado ingresado, y 56 globos rojos por los años que cumple hoy.
Además, un amigo cantante interpretó dos canciones, con las que Neira se emocionó. Tuvo tiempo también para tomarse una cerveza y hacerse unas fotos, hasta que a las 13.15 horas abandonó la carpa para subirse a un coche que le trasladaba por fin a su vivienda.
Pese a recibir el alta hospitalaria, el profesor de Teoría del Estado deberá continuar yendo a diario al centro para recibir un tratamiento de rehabilitación.
El gesto de Neira, que se encaró con Antonio Puerta al ver que agredía a su novia Violeta Santander conmovió a la opinión pública y llevó a la Comunidad de Madrid a nombrarle presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional de Violencia de Género.
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