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AGENCIAS-GINEBRA/MADRID

Los casos de gripe porcina siguen aumentando y ayer se confirmaron nuevos contagios en Nueva Zelanda e Israel, que se suman así a los de México, Estados Unidos, España, Canadá y Reino Unido. Así las cosas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los países que se preparen para lo peor, si bien afirma que la evolución del brote de gripe porcina a una pandemia no es inevitable.

En España, la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, confirmó ayer el segundo caso, en concreto en Valencia, en donde el afectado, de 24 años, ha respondido «muy bien» al tratamiento contra el virus AH1N1 y se encuentra «estable y completamente normalizado». En cuanto al resto de casos en observación, durante la jornada se fueron descartando que algunos pacientes estuvieran infectados y Sanidad cifraba en 32 los casos en seguimiento, sin contar el aumento de dos a ocho casos que anunció a última hora la Junta de Andalucía.

El director general adjunto en funciones de la OMS, Keiji Fukuda, aseguró ayer que «los países deberían aprovechar la oportunidad para prepararse para una pandemia». En este sentido, explicó que esta organización está centrando ahora su atención en las necesidades de los países en vías de desarrollo en la lucha contra la enfermedad, ya que la historia ha demostrado que suelen ser los más afectados. «Son golpeados de forma desproporcionadamente dura», dijo.

Asimismo, advirtió de que aunque el brote derive en una pandemia leve, la llamada 'gripe española' de 1918, que dejó millones de muertos, también comenzó de forma suave. «Es totalmente posible (...) que presenciemos una pandemia muy suave. Sería la mejor de las situaciones aparte de que la situación actual simplemente acabase y desapareciese», declaró Fukuda. «Creo que tenemos que ser conscientes y respetuosos con el hecho de que la gripe se mueve de formas que nosotros no podemos predecir», agregó.

Por otra parte, dijo que el número de casos de gripe porcina confirmados por análisis en los laboratorios asciende a 79 a nivel mundial. Según Fukuda, todavía es demasiado pronto para apuntar el origen del mortífero brote.