Boda de unas lesbianas alemanas, tras la aprobación de estas uniones en el país germano. Foto: ARCHIVO/EFE

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La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo (TS) rechazó ayer que los jueces se acojan a la objeción de conciencia para no celebrar bodas homosexuales después de que el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Sagunto (Valencia), Pablo de la Rubia Comos, pidiese al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que le autorizase a no celebrar estas uniones por motivos de conciencia y religión.

En la sentencia, el TS señala el juez está sometido a la ley «en cualquiera de los cometidos que tiene atribuidos y convierte su intervención, precisamente en garantía de los derechos e intereses de todos». Así, apunta que este principio «estaría en cuestión» si se subordinase a consideraciones de conciencia el cumplimiento de las funciones judiciales o, en este caso, registrales.

Además, considera que en el caso del juez de Valencia su función «tiene un carácter técnico, absolutamente desvinculado de toda práctica religiosa». «Uno de los rasgos distintivos de la posición de los jueces es su sumisión única a la legalidad», agrega.

«En caso contrario -relata en la sentencia- se resentiría esencialmente la configuración del Poder Judicial y la función de garantía del ordenamiento jurídico y de los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos que el constituyente le ha confiado».

Por otra parte, el TS sentencia que la jurisprudencia constitucional española «no ofrece base para afirmar la existencia de un derecho a la objeción de conciencia de alcance general». En su opinión, si esto existiese, «equivaldría a que la eficacia de las normas jurídicas dependiera de su conformidad con cada conciencia individual, lo que supondría socavar los fundamentos mismos del Estado democrático de Derecho».

Por otra parte, el secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE, Pedro Zerolo, celebró ayer la decisión adoptada por el Supremo de rechazar la objeción de conciencia de los jueces ante la celebración de bodas homosexuales, y añadió que supone «un varapalo» para los que, «con el PP a la cabeza, promovieron instigaron el boicot» a estas uniones.

Por ello, se dirigió al PP y le instó a «pedir disculpas por poner trabas a dicho proceso judicial que se ha demostrado contrario a Derecho». Según afirmó, la sentencia es «contraria a las pretensiones del PP».