Los efectos positivos de dejar de fumar se dan a distintos niveles en el organismo, y empiezan desde el primer día. | Pixabay

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Abandonar el hábito malsano de fumar, con tesón, mentalidad y trabajo diario, es posible. Como todas las adicciones, supone un verdadero reto vital para las personas que lo intentan, y sus efectos positivos se dan a distintos niveles en el organismo desde el primer día.

Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, unas 3.000 personas intentan dejar de fumar al año en España con la ayuda de especialistas, y la mayoría lo consiguen. Algunas pautas generales, ofrecidas por los profesionales de Sanitas para conseguir este objetivo son:

Concienciarse de la importancia de la salud. Llevar una vida más saludable, con una alimentación equilibrada y con ejercicio periódico, ayudan a extender esta forma de vida a otros aspectos, eliminando todo lo nocivo, como en este caso el tabaco.

■ Existen complementos que pueden ayudar en los momentos iniciales, que se comercializan en las farmacias, aunque la mejor baza para lograr este objetivo es tener fuerza de voluntad, un instrumento aplicable además a muchos otros objetivos.

■ Diseñar tratamientos específicos. Lo que a uno le funciona, puede que no sirva con otros. Por eso, a la hora de escoger la forma en la que afrontar este gran desafío, se debe pensar en cómo somos y en qué acciones nos serán más satisfactorias.

■ Es fundamental evitar la recaída. Los momentos en los que perdemos el control son los más vulnerables y debemos quitarnos de la cabeza la típica frase de «bueno, por uno no pasa nada».

■ Es importante ser consciente de que la tentación va a volver una y otra vez, más aún si se está tomando alcohol o nos encontramos en situaciones de gran relajación. Cabe hacer hincapié en que la meta es dejarlo por completo.