Un detalle de la entrega de premios en la edición de 2016 del Torneo de gofl benéfico Vall de Sóller, en el salón Oliver de Termes. | Lydia E. Larrey

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La asociación Amics de la Infància celebra este fin de semana su anual Torneo de Golf benéfico Vall de Sóller en las instalaciones del golf de Son Termes. Se trata de una cita deportiva y solidaria cuya recaudación se destina al mantenimiento de los hogares de acogida Aynewasi para niños de la calle, el más ambicioso de los proyectos de cooperación que promueve esta entidad mallorquina. El torneo de golf solidario Vall de Sóller cumple su XII edición gracias a la colaboración de Son Termens y de sus propietarios, la familia Zaforteza Dameto, quienes ejercen como anfitriones. También es fundamental el apoyo de numerosas empresas que participan con sus patrocinios o con la aportación de regalos.
Las partidas de golf se jugarán en dos jornadas durante todo el fin de semana, mientras que el domingo se celebrará una comida solidaria abierta a todos los públicos, jugadores o no, en el salón Oliver de Termes. Además habrá un mercadillo de artesanía y una rifa de premios que van desde cenas hasta un viaje al Caribe, joyas, vinos o lotes de aceite, entre muchos otros.

Torneo de golf benéfico Vall de Sóller

Junto con el concierto que se ofrece durante el verano en la bodega Macià Batle, este torneo de golf es uno de los principales eventos que organiza Amics de la Infància con el objetivo de sostener sus proyectos de cooperación con las sociedades menos favorecidas. Un ejemplo de ello son el medio centenar de niños y niñas que viven en los hogares Aynewasi de Ancón, mientras que otros tantos reciben atención como centro de día.

Niños de la calle

Los hogares Aynewasi son centros de acogida infantil construidos en uno de los barrios más pobres de Lima, la capital de Perú, promovidos por la congregación de las Trinitarias, originaria de Mallorca, e inspirado en la Llar del Temple de Palma, donde los niños y niñas disponen de la atención sanitaria, alimentación y educación que no han podido recibir en sus respectivos hogares. De este modo, pueden prepararse para acceder a los estudios reglados y no solo soñar, sino también poner las bases para un futuro más esperanzador.