Alicia Gallardo, en una de las exploraciones. | FBE

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Se pueden observar todo tipo de formaciones que los espeleólogos ven en las cuevas –espelotemas–, conocer cómo se forman las estalactitas, ‘bombillas', ‘copas', ‘cristales', coraloides..., descubrir la Cova des Ases, de Felanitx, o de la Cova des Pas de Vallgornera, situada en el término municipal de Llucmajor y de 80 kilómetros de longitud. Todo ello forma parte de la exposición Baix terra, las cuevas anquihalinas de Mallorca, que se inaugura este viernes en el Aula del Mar (sa Petrolera), en es Molinar, con el objetivo de concienciar a las personas sobre la importancia de la conservación y el estudio de las cuevas.

Organizada por la Federació Balear d'Espeleologia y por el Govern balear, puede visitarse hasta finales de mes e incluye la presentación de una expedición que se llevará a cabo a finales de este año y que permitirá rescatar dos piezas que cuentan con más de 10 millones de años de antigüedad, ubicadas en Es laberint de n'Alis, en el norte de Vallgornera, que serán analizadas por un grupo de científicos de la Asociación de Geólogos de Balears.

«En la Isla tenemos 5.000 cuevas, de las cuales 30 están protegidas (Zona de Especial Conservación) y, de ellas, sólo siete u ocho son anquihalinas (con lagos en su interior). En la Vallgornera vamos a sacar dos importantes fósiles: una vértebra y una mandíbula animales que se encuentran a cuatro horas de distancia de la entrada a la cueva. Además, vamos a seguir explorando una zona cuyas formaciones no tienen nada que ver con las que se encuentran en otras cuevas de aquí, de Europa o de Centroamérica. Se encuentran en una galería extraordinaria, única en el mundo. Se trata de los thalasinoides, unos túneles que excavaron los cangrejos de río y que han salido al descubierto al desaparecer la roca. Tienen un color naranja y son muy difíciles de encontrar tal y como se ven aquí», afirman Guiem Mulet y Joaquín Pérez, responsables de la Federació Balear d'Espeleologia.