Antonio Jesús Aguiló Grats, en la pastelería Son Campos, antigua Casa Can Felip. | Teresa Ayuga

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Considerado todo un maestro en el arte de la elaboración del hojaldre y otras pastas dulces y saladas típicas de la gastronomía mallorquina, Antonio Jesús Aguiló Grats (Palma, 1948) deja su actividad de pastelero-panadero de la Pastelería Son Campos (antigua Casa Can Felip), de la barriada de Santa Catalina.

Esta jubilación, explica, «no implica el cierre del negocio, que continuará abierto al público pues lo seguirá mi hijo Juan Aguiló Cortés».

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Toni Aguiló recuerda que desde los doce años ha vivido y trabajado cerca de los hornos. «Empecé en la pastelería Cavi, de la calle Gabriel Llabrés; luego, por mi cuenta, trabajé en la panadería Valenciana, en la calle del Vi, hasta que en 2004 llegué a la actual de Son Campos».

Todos los productos están elaborados a la antigua usanza y de ello da buena fe la clientela que acude allí desde toda Mallorca. Así, cocas dulces y saladas, empanadas, robiols, mantecados, crespells, ensaimadas y ensaimadas pequeñitas que se hacen los domingos, sin olvidar su producto estrella: los cremadillos de cabello de ángel, crema, chocolate y sobrasada, que elabora periódicamente junto a los tortells de cabello.

Aguiló destaca que «el éxito conseguido es a base de trabajar con dedicación. Yo trabajo a l?antiga, de noche y de día. Me pongo a hacer el pan a las dos de madrugada y también trabajo por las mañanas. Me llega la jubilación pero estaré cerca, ya que pegaré una ullada de tanto en tanto».