Álvaro Salazar, en la foto con el trofeo que le convierte en el Cocinero del Año, junto a María Cano, su segunda de cocina.

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Más que cansado, «reventado», más que contento «exultante» y más que feliz «orgulloso y con la sensación de haber cumplido un sueño». Así se mostraba este jueves Álvaro Salazar tras haber sido galardonado como Cocinero del Año en la final del concurso celebrado en la feria Alimentaria, que tiene lugar en Barcelona.

Los platos con los que el cocinero del restaurante Argos, en el Port de Pollença (1 estrella Michelin) conquistó al jurado fueron: gamba panxuda, papada, erizo, gazpacho de naranja como un aguachile y fino, como entrante, de primero, molleja de ternera braseada con remolacha y su ensahumada y de postre umbelíferas-choc.
Los jueces no eran precisamente unos cualquiera en el mundo de la gastronomía. El presidente fue Martín Berasategui, el cocinero español con más estrellas Michelin, y el vicepresidente, Jordi Cruz, quien recientemente logró la tercera estrella para ABaC. «Jordi me ha dicho que había sido un ganador claro y Oriol Castro (mano derecha de Ferran Adrià en El Bulli y chef del restaurante Disfrutar (2 estrellas) me ha dicho que el postre era de tres estrellas Michelin».

El triunfo de este cocinero nacido en Linares, Jaén, en 1985, y que reside en Mallorca desde hace tres años, no fue sin embargo nada fácil. Álvaro tuvo que sortear variadas dificultades. «Hace un mes me enteré de que tenía que cambiar el menú con el que había ganado una de las semifinales, pero no podía preparar mucho el concurso porque me coincidía con la apertura de la temporada. Además, se rompió una maleta en el aeropuerto y perdimos muchas cosas y por si fuera poco no nos llegaba el género. Para colmo, no salí nada contento de cómo nos habían salido las cosas y así se lo dije a María (Cano, segunda de cocina y única mujer participante en el concurso). Soy muy autoexigente, quizás demasiado, pero es mi carácter». Álvaro también tuvo que superar la falta de infraestructura , ya que en la feria Alimentaria no había cocinas y los profesionales se las tuvieron que arreglar con una vitrocerámica y un horno. Por todo ello, Salazar reconoció haber pasado muchos nervios y tensión. Salazar logró un cheque de 6.000 euros, mientras que Asier Alcalde, clasificado en segundo lugar recibió 3.000 euros y Rubén Osorio, el tercero, 1.500. Los otros cinco compañeros, 500 euros cada uno.

El concurso Cocinero del Año es un prestigioso certamen gastronómico dirigido a cocineros profesionales de toda la geografía española mayores de 23 años.