En un entorno en el que nos hemos acostumbrado a vivir nuestro día a día a toda velocidad, en el que aparecen nuevos roles en la sociedad y nuevas tendencias que buscan su propio espacio, nos encontramos con un problema que afecta cada vez a más personas: la infertilidad. Situación que experimentan, ya no sólo las parejas heterosexuales, sino que cada vez, y de forma más frecuente, los nuevos modelos de familia, como mujeres solas y parejas de mujeres homosexuales, que obliga a que deban recurrir a la reproducción asistida para conseguir el embarazo. Sólo en España, cerca de 800.000 pacientes se ven afectados por algún problema relacionado.
Una gran parte de estos casos tienen un denominador común: la edad en la que la mujer afronta la maternidad.
«Muchas mujeres o parejas no son conscientes, en muchos casos, de que la edad supone un problema real cuando se plantean la maternidad. La reserva ovárica de todas las mujeres tiene fecha de caducidad, desciende a partir de los 35 años y, de forma dramática, a partir de los 37 años. Esto hace que deban recurrir a la reproducción asistida cuando se plantean formar una familia», explica el doctor Javier Marqueta, director de IVI Mallorca.
Este aumento en la edad en el que las mujeres se plantean la maternidad viene asociado a la plena incorporación de la mujer al trabajo y la búsqueda de la estabilidad, a factores económicos y a los cambios en los modelos de familia. Todo ello deriva en que la edad de la maternidad se retrase cada vez más, afectando, también, al número de hijos que tienen hoy en día las mujeres.
«La edad media de las pacientes que se somete a un tratamiento de Reproducción Asistida en IVI Mallorca se sitúa en 37,9 años, lo que representa un aumento de dos puntos en los últimos 10 años. Este dato es realmente alarmante y habla de la necesidad de concienciar a las mujeres de que su fertilidad no es infinita. Cerca del 43% de los tratamientos que realizamos hoy en día son con óvulos de donantes. Esta tendencia se ha visto incrementada un 5% durante los dos últimos años, lo que refleja la situación comentada anteriormente», añade el Dr. Marqueta.
Además, «las mujeres tienen ahora el poder de decidir cuál es el mejor momento para quedarse embarazadas gracias a la vitrificación de sus óvulos. Mediante la técnica de preservación de la fertilidad, que consiste en congelar los óvulos a -196º, éstos se mantienen jóvenes hasta que la mujer decide que ha llegado su momento y quiere quedarse embarazada, bien con el semen de su pareja, si la tiene, o con semen de un donante. En la situación actual, que no parece que vaya a revertir a corto plazo, la preservación de la fertilidad es altamente eficaz para su prevención».
Pero la infertilidad no es un problema que afecte sólo a las mujeres. Cerca del 40% de los casos se debe a problemas en el factor masculino, derivados, en gran medida, por la edad y conductas sociales que, en una edad más avanzada que en el caso de las mujeres, puede comprometer su fertilidad y la salud de los nacidos.
«A través de una sencilla prueba, el seminograma, podemos detectar si existen problemas en la calidad de semen. La ciencia y la investigación han avanzado mucho estos últimos años en este sentido. Hoy en día existen técnicas que nos permiten seleccionar a los espermatozoides con las mejores características para ser utilizados en los tratamientos de reproducción asistida. Incluso en pacientes con azoospermia, es decir, ausencia de espermatoziudes en el eyaculado, podemos revertir la situación con una biopsia testicular», concluye el director de IVI Mallorca.
