Los participantes en la cata descubrieron los distintos matices del aceite de oliva virgen extra. | Julián Aguirre

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El Casal Solleric acogió este martes la primera cata a ciegas de aceite de oliva virgen extra, organizada por el Consell Regulador de la DO Oli de Mallorca, en colaboración con la ONCE Balears. Un evento que reunió a una docena de asistentes, tanto videntes -con los ojos tapados- como con dificultades visuales, que analizaron cuatro variedades de la DO Oli de Mallorca: arbequina, mallorquina, picual y coupage (con arbequina y picual).

El grupo, formado por Sebastià Solivellas, presidente de la DO Oli de Mallorca; Josep Vilaseca, delegado territorial de la ONCE; Tiffany Blackman de Oli de Mallorca; María Solivellas, chef del restaurante Ca Na Toneta; la artista Mónica Fuster, y periodistas gastronómicos, entre otros, realizaron un ejercicio con el que se pretendía descubrir los distintos matices de los aceites, centrándose en los sentidos del olfato y del gusto.

Finalizada la cata, la artista Mónica Fuster ofreció una visita adaptada y guiada a su exposición Oleo, ubicada en el espai Diposit, antiguo depósito de aceite del Casal Solleric. Los visitantes pudieron apreciar los aromas y texturas de los materiales utilizados por la artista en sus obras, como aceite y aceitunas.