Clotilde falleció este sábado, rodeada de su familia, con «una gran sonrisa, sus brazos siempre abiertos y dando gracias a Dios por el don de la vida», narra su nieta, Desiré Serrano, que asegura que «ha sido una mujer extraordinaria que ella misma no ha dejado de alegrar la vida de los demás».
Viuda, con dos hijos, cinco nietos y seis bisnietos, Clotilde Veniel ayudó a fundar en 1989 la Cáritas parroquial de Bicorp y acudía a todas las reuniones. «Se ha ido con mucha dignidad y la categoría que ella se merecía», ha expresado su nieta, quien ha precisado que la familia siempre creyó que Clotilde «estaba tocada de la mano de Dios».
Ella «no veía la muerte como algo malo sino como algo natural, y le rezaba tanto a Dios que sabíamos que no le iba a fallar: le pidió que le diera una muerte suave y así ha sido, se ha marchado dulcemente, rodeada de los suyos».
Según Serrano, que ha destacado el «carácter activo y el enorme vacío que ha dejado», Clotilde «no se ha dado por vencida ni en los últimos minutos de su vida». Con ella hemos rezado día y noche, «siempre a su lado». «Ella nos pedía que rezáramos oraciones y que le leyéramos la vida de la beata Inés de Benigàmin, por la que sentía gran admiración», ha precisado.
Hace unos días, padeció una neumonía y tuvo que ser hospitalizada «pero lo superó y regresó de nuevo a casa». No obstante, «fue perdiendo poco a poco las fuerzas». Así, durante los últimos días apenas podía comer o beber, incluso articular palabra, pero era consciente de todo y nunca ha dejado de comunicarse con nosotros, con sus gestos, con su mirada....».
El pasado domingo, la parroquia de San Juan Evangelista de Bicorp acogió la misa funeral por Clotilde Veniel. La iglesia estaba «completamente abarrotada» y llena de flores, según su nieta, que apunta que «todos quisieron estar a su lado, y la acompañaron desde casa a la iglesia para darle el último adiós».
GALARDÓN
Clotilde Veniel recibió el pasado mes de junio la Orden del Mérito Civil de manos del rey Felipe VI en un acto solemne que tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid con motivo del V Aniversario de la Proclamación del monarca y en donde estuvo acompañada por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Para recoger la distinción, la veterana voluntaria viajó a Madrid desde Valencia en el AVE acompañada de su hija Clotilde, de 78 años, y de su nieta Desiré Serrano, que aseguró que su abuela, estaba «muy feliz» por haber sido elegida para ser galardonada por el rey.
El galardón le fue concedido por el Gobierno de España a propuesta de la Generalitat valenciana y de la Asociación de Amas de Casa Tyrius, a la que también pertenecía Clotilde, que recibió esta distinción junto a otras cuarenta personas de toda España.
Era la mediana de una familia de siete hermanos, seis chicas y un chico. De niña y en su juventud ayudaba en casa pastoreando el ganado. Además, trabajaba en la carnicería de sus padres, acudía a la vendimia en Francia y, durante un tiempo, sirvió en la casa de una familia en Barcelona. Más tarde se casó con un labrador y siguió trabajando en el campo.
Según su nieta, «su salud y vitalidad envidiables» le permitió continuar con su voluntariado en Cáritas hasta casi el final de su vida y además de recoger ropa usada y recaudar fondos para las personas sin recursos seguía visitando enfermos, a los que «transmito siempre alegría, cuento chistes, y trato de darles esperanza», según indicaba la propia Clotilde en un reportaje publicado por el semanario 'Paraula'.
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Ojalá hubiera mas como tú...Gracias.