Por cuestiones culturales, en Baleares y la Península el café se consume en vaso de cristal, algo que no pasa en el resto del mundo. | miquel a. cañellas

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Es mejor tomar el café en sus diversas modalidades, solo, cortado, con leche... en vaso de cristal o en taza? Cada un tiene su recipiente favorito y quizás nadie o casi nadie deje de tomarlo si un día se lo dan en el otro, pero lo más seguro es que no le sepa igual.

Antoni Vallcaneras, CEO de Arabay y presidente de la Asociación de Torrefactores de Café de Baleares, arroja bastante luz sobre esta controversia. «La respuesta a si es mejor tomar el café en vaso de cristal o en taza viene dada por un tema cultural, de tradición. Después, entrarían otros factores como la química, el tipo de café, temperaturas... Pero atendiéndonos sólo a la tradición, tanto en Baleares como en España somos de tomar el café en vasos de cristal», explica. De hecho, España es prácticamente el único país del mundo que utiliza este material para una de las bebidas más consumidas a nivel internacional. Después del agua, el café se disputa con el té la medalla de plata.

Conclusión

Entonces, ¿qué ocurre? ¿Somos los más listos del mundo o estamos equivocados? «Que guste más el cristal no quiere decir que el café esté mejor. El cristal tiene varias ventajas. Al ser transparente, se ve todo, cantidad, densidad, espuma.. De hecho, las catas se realizan en vasos de cristal. Además, el cristal aguanta menos el calor que la cerámica –si hablamos de una buena cerámica, matiza–».

Dicho todo esto, Vallcaneras se decanta por tomar el café... en taza. «Es lo ideal para tomar un café que se prepare como se debe. De todas formas, es preferible un café bien preparado en vaso de cristal que uno más ‘normalito' en la mejor cerámica». En Arabay, lo habitual es servir el café con leche en taza, aunque otras bebidas, como el solo o el cortado, también se pueden pedir en vaso de cristal.

El bar Bosch, uno de los locales más emblemáticos de Palma, es un defensor del vaso de cristal. «Casi todo el mundo ya sabe que lo servimos así y son muy pocos los que piden que se lo cambiemos. Incluso los extranjeros, que toman el café en taza en sus países quizás se sorprenden un poco al ver el vaso, pero tampoco nos piden si se lo podemos cambiar», explica Pedro Juan Luna, uno de sus camareros.

Si se pregunta por la calle, las opiniones están muy repartidas, pero sin tener ninguna base científica, quizás la gente más mayor se decante en general más por el cristal y las nuevas generaciones por la cerámica.

Lo que está claro es que el café vive una época dorada, con una variedad de tipos que crece de forma exponencial, por no hablar de los modelos de cafeteras. El consumidor cada vez es más exigente, por lo que no hay que olvidar que es más importante el contenido que el continente. Eso sí, si se utilizaran menos vasitos de plástico de un solo uso de las máquinas expendedoras que suele haber en las empresas, todos saldríamos ganando.


Una bebida beneficiosa

Con la cautela con la que hay que tomar los estudios que se ven en Internet, parece claro que el café tiene más aspectos beneficiosos para nuestro organismo que perjudiciales. Los principales efectos son que nos mantiene alerta o directamente nos despierta, quema grasas y cuenta con bastantes antioxidantes. Como todo, su exceso es malo y puede provocar úlceras o ansiedad.