Un panadero al que no le frenó una pandemia

«La idea era hacer un buen pan de calidad frente a la cantidad, con buenos ingredientes, fermentaciones larguísimas y hecho a mano» explica Moreno, que estudió Hotelería en la UIB, un FP de panadería en Alemania y luego una maestría. «He estado cinco años en Alemania trabajando en panaderías ecológicas», cuenta Moreno, que desde siempre le fascinó el proceso de fermentación de los panes.

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Empeñado en ir a contracorriente, Moreno tiene solo 31 años y entra en el gremio cuando «cada mes y medio está cerrando un horno tradicional. Y es un problema porque no hay relevo. No ayudan los horarios de panadero, que son incompatibles con una vida normal».
Conciliar

En el Forn s'Era se concilia, y sin niños de por medio. La panadería vende pan al público solo por las tardes de 15.00 a 19.00 horas de martes a viernes. Eso sí, «entro en el horno a las siete de la mañana para empezar a hacer el pan. No trabajamos de noche, por eso no hacemos pastelería como la ensaimada», dice este revolu- cionario panadero.

En su carta semanal se llevan a cabo seis clases de pan y también hay concesiones al dulce, como los rollos de canela que ha ido haciendo estos días. «Sé que hemos puesto a prueba a nuestros clientes, pero reservan el pan y vienen a buscarlo sin problema» explica Moreno, que transmite su pasión por el pan de verdad.