En tiempo de pandemia hay que reiventarse y eso es lo que rápidamente hicieron Cristóbal Vásquez y sus dos hermanas, Carolina y Linda. Tres jóvenes mallorquines con ascendencia chilena que ante la necesidad económica apartaron momentáneamente sus respectivas profesiones y abrieron el bar cafetería Bacan.
Aparejador de profesión, Cristóbal Vásquez fue despedido en mayo del despacho de arquitectos y la constructora donde trabajaba. Echando mano de unos ahorros, en plena pandemia y ante la necesidad laboral, invirtió junto a sus hermanas, Carolina, licenciada en Administración de Empresas, y Linda, en Turismo, en un pequeño local ubicado en la calle Baró de Santa Maria del Sepulcre, 12, de Palma.
«Llevaba un par de años queriendo montar algo, y cuando me despidieron, pensé que era un buen momento para hacerlo. Mi idea es, una vez que todo esto pase, volver a mi trabajo y compaginar las dos cosas, junto a mis hermanas», comenta Cristóbal.
Entre los tres se distribuyen el trabajo de una pequeña y acogedora cafetería que rápidamente ha acaparado la atención de vecinos y trabajadores de la zona, convirtiéndose en clientela fiel. «La verdad es que no nos podemos quejar. Ha sido una alternativa por necesidad y nos va bien. La gente responde».
Su oferta es sencilla y se basa en cafés, deliciosa repostería casera y bocadillos recién hechos para llevar, que sobre todo destaca por su calidad. «Además de los cafés y desayunos tenemos una pequeña carta y oferta de brunch».
Su horario es de 8.00 a 16.00 horas, de lunes a viernes, y los sábados y domingos de 9.00 a 14.00 horas. A primera hora de la mañana, muchos trabajadores de la zona, acompañan el café con cookies veganas de matcha, con chocolate blanco, muffins de banana, pera, etc, y galletas recién hechas por Linda. A media mañana, los bocadillos sacian el apetito de muchos, y para darse un capricho, brownie, cheesecake y tiramisú hacen las delicias de los más exigentes.
Cafés, bocadillos y dulces caseros
Cada mañana Bacan sube su persiana para deleitar a los viandantes con cafés y bollería recién hecha. Linda Vásquez, apasionada de la repostería, ha cautivado a los clientes con sus bollos de canela, cheesecakes, cookies, muffins y tiramisú, convirtiéndolos en algunos de los productos estrella.
10 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Espero que tengais mucho éxito. Brindo por vuestro valor de abrir en estos difíciles momentos. ¡¡¡ Suerte !!!
Pues vaya salida en un año arruinados, la hostelería ahora mismo es inviable y empezar de cero una utopía OBEY
@javier "anglófono"!!!!!!!!!!!!!!!!!, le puedo mencionar que "Bacán" es una palabra del español reconocida por la rae y muy usada en Latinoamérica.
Y cuanto más anglófono suena, más caro es... A ver cómo se les ocurre "anglosajonear" los churros... Bueno, en Francia tienen traducción, los llaman "chichis".
Lo que han hecho los psyco-gobernantes a determinados tipos de negocios aplicándoles una especie de "exprópiese", cerrándoles el negocio que les da de comer, y además sin ningún tipo de compensación "medio normal" es digno de un juicio. Espero que de aquí a unos años se haga justicia y que el 90% de los políticos paguen con cárcel el haber arruinado a la sociedad.
Para los que les criticais a esta gente, ellos tenian dos opciones una cobrar paro, ertes, etccc vivir de ayudas y quejarse que de esto los Españoles sabemos un rato y otra era ponerse manos a la obra con todos los inconvenientes que ello conlleva en la actualidad. Mi enhorabuena para esta gente sin conocerla de nada ni haber ido a su establecimiento. Con respecto a los precios que alguno de vosotros intente alquilar un local por la zona.
Sí, todo muy bonito, pero menudos precios! Para los trabajadores asalariados y mil eurista dejarte 5 euros diarios en merienda es imposible
Mucha suerte pero como dicen, si abrir un bar en un país con récord mundial de bares y encima en una plandemia que va para años... No sé Rick...
Siempre que nos "reinventamos" terminamos en bares y cafeterías. Como si no hubiese de sobras. Y aquí hablamos de gente con estudios. Por supuesto, les deseo que les vaya de maravilla.
Antes de volvernos todos tontos, las cookies eran galletas, los muffins eran magdalenas, el brownie era bizcocho de chocolate, el cheesecake era tarta de queso y el brunch era el almuerzo. Y todos nos entendíamos la mar de bien. Pero claro, ahoro somos muy cool, muy fashion y muy trendy. Ja ho val, Déu meu !