Oleg Karavaev y Tatiana Karavaeva posaron orgullosos con la producción de su Bodega Cap Andritxol. | José Sevilla

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Orgulloso de representar a Mallorca en el encuentro nacional más importante de vinos en cuanto a relación calidad-precio. El director de la Bodega Cap Andritxol, de Sencelles, Oleg Karavaev, explicó este martes, durante la celebración del IX Salón de las Estrellas de Guía Peñín, que «Mallorca vende, es un sello de calidad que la gente de Madrid conoce». En la cita gastronómica-vinícola fueron los únicos representantes de la Isla entre medio millar de vinos, los más competitivos del país, según el ránking de Guía Peñín, la ‘guía michelín' del sector. Acompañado de Tatiana Karavaeva, el responsable de esta bodega isleña, con cinco años de vida, busca en la capital distribuidores de sus caldos para la Península, ya que ahora buena parte de la producción la exporta a Rusia, Alemania y Suiza.

«El salón funciona bastante bien y nos ha dado la oportunidad de contactar con distribuidores de la Península, representantes y propietarios de restaurantes que buscan vinos diferentes, que se salgan de los habituales Rioja o Ribera de Duero», señala, quien cuenta como enólogo con el mallorquín Pere Crespí. A esta feria de un solo día, celebrada en el Palacio de Neptuno, entre el Congreso y el Museo del Prado, Cap Andritxol acude porque su vino blanco ‘Defensor 2019', elaborado con la uva mallorquina prensal, tiene 88 puntos y cuatro estrellas, lo que significa que es uno de los más competitivos del mercado.

En su mesa-estand también exhibe la joya de la corona, ‘1580', de 91 puntos, cuyo sello es la torre de defensa construida dicho año en Cap Andritxol, junto a Camp de Mar, una botella mitad callet y mitad cabernet. También muestra ‘Sa Talaia', de 89 puntos; y el rosado ‘Vigília', elaborado con la variedad de uva autóctona manto negro.