El 31 de abril de 2020, nuestra compañera Mónica González publicaba en este periódico que es Jonquet llevaba más de media década esperando contar con un plan especial de protección (PEP) y, al fin, este sería pronto una realidad, según anunció Cort, que está a la espera de un último informe del Consell. Más adelante, Mónica escribe: «El PEP hace mención especial a los molinos que, de hecho, están protegidos y, por tanto, deben conservar y rehabilitar ya que tiene un valor patrimonial, cultural y paisajístico. Pero, pese a ello, los tres molinos de propiedad privada que quedan en pie se encuentran desde hace más de veinte años en estado ruinoso, y pese a las amenazas de expropiación por parte del Ajuntament sino eran rehabilitados, continúan igual».
Anteayer por la tarde nos dimos una vuelta por es Jonquet y nos dio la impresión de que todo –sobre todo lo que se refiere a los dos molinos y a las pintadas– está peor que el 31 de abril de 2020, del que han transcurrido dos años y seis días, lo cual nos hace pensar, o que todavía Cort no ha recibido el último informe del Consell para poner en marcha el PEP, o que si lo ha recibido espera a ponerse manos a la obra para cuando estén más cerca las elecciones. Y en cuanto a los molinos, de momento, tampoco hay remodelación. Y lo peor, que como las aspas, dado su pésimo estado de conservación, echen a volar a la primera ventolera que haya, puede haber problemas. Lo suyo sería –pensamos–, que Cort y el/los dueños de esta propiedad se citaran, hablaran y encontraran una solución, porque tal y como están las cosas, sin que nadie sepa en qué consiste el PEP, igual los molineros los reforman y luego resulta que dicha reforma no es contemplada por dicho plan. Por eso, lo suyo sería dialogar.
De todos modos, esté o no aprobado el PEP, es Jonquet, por muchas razones, sobre todo históricas y estéticas –y porque los vecinos que viven en él, pagan los impuestos reglamentarios… Porque que nadie crea que se los han suspendido hasta que el PEP haya mejorado en todo al barrio… Que no; que ellos los pagan religiosamente, ¡faltaría más!–, merece un trato mejor del que está teniendo por parte del departamento de Mantenimiento del Ajuntament.
Pura ruina
Porque, tal como está ahora, decadente y con tendencia a empeorar, cosa que se hubiera producido de no ser porque los vecinos hacen todo lo que pueden por mantenerlo en buen estado, algunos, incluso, adornando las fachadas de sus casas con macetas, es como si a un enfermo, cada vez más grave, y que esperara entrar en el quirófano para ser intervenido, pero que no puede porque este –el quirófano– no está en condiciones, no le siguieran tratando y medicando, sino que, por el contrario, lo dejaran completamente abandonado, esperando a que llegara el permiso para iniciar las obras, y una vez concluidas, operarle, posiblemente en un estado infinitamente peor del que estaba cuando le detectaron la enfermedad. Pues es lo que está pasando en es Jonquet, otrora punto de encuentro de la farándula, pues en él se concentraron restaurantes, bares y discotecas de renombre, que lo convirtieron en parada obligatoria de cualquiera que saliera de noche, pero que nada tiene que ver con lo que es hoy.
Pintadas
El estado de sus molinos está cada vez peor. Porque son pura ruina. A simple vista, observamos cómo en sus paredes, cuyo estado empeora continuamente, crecen los matorrales, luego, cuando echas a andar por el lugar, observas que las pintadas se suceden por doquier, algunas de ellas ocupando la pared entera; que según qué zonas del suelo pide a gritos que las cambien; que el mobiliario urbano, como los bancos de hierro que miran hacia el Passeig Marítim, están que dan pena, pintarrajeados y sucios; y que los carteles indicativos, como el que advierte que la zona ha sido declarada de intervención especial, están, desde hace meses, grafiteados y con pegatinas, como diciendo ‘yo me fumo un puro de lo que pone ahí'.
Vamos, que lo mires por donde lo mires, no tiene por dónde agarrarlo, tanto desde el punto de vista estético como, en muchos aspectos, del funcional. Por eso, los vecinos se preguntan, ¿para cuándo la reforma? Porque están en su derecho, ¿no? Y nosotros también nos preguntamos si el Consell ha hecho llegar ya a Cort el informe que faltaba para poner en marcha el PEP. Que si es sí, sería una buena noticia… Y también quisiéramos saber qué entiende el alcalde por «será pronto una realidad», referido al PEP de es Jonquet, porque esa frase, «será pronto una realidad», la pronunció en abril de hace dos años. De cualquier modo, seamos optimistas. Las elecciones son dentro de un año y unos meses. Por ello, pocos meses antes de que comience la campaña electoral, comenzará la reforma.
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