Cuando, en un día caluroso, se combina buena música en directo y cerveza de calidad es difícil no dar en el clavo. Los amantes de la cerveza artesanal se citaron este sábado en Mancor de la Vall con motivo de la celebración de la X Mostra de la Cervesa Artesana, organizada por la confraria cervesera Llèpols de Llúpol. «Moscart ha evolucionado mucho: comenzó como una pequeña diada, con solo cinco fabricantes, y ya se ha convertido en una feria de referencia, con trece fabricantes. Esta edición destaca por la fuerte apuesta en el apartado musical», declaró Toni Ribot, vocal de Llèpols de Llúpol.
A las 12.30 horas se abrieron las puertas del recinto de la Moscart, el aparcamiento de la calle Colomer, donde el público pudo degustar más de 50 cervezas diferentes de trece fabricantes isleños: Món Craft Beer, de Sineu; Borrego Gaucho, Lowther, BreakingBrou y Moixa, de Palma; Sullerica, de Sóller; Sa Cerveseria, de Cala Ratjada; Toutatis, de Sencelles; Brusca Cerveses, de Manacor; Island Brew, de Portocolom; Norai, de Inca; Forastera, de Alaró, e Illa Artesana, de Ciutadella, que elaboró la primera cerveza artesanal de Balears en 2010.
Además, gracias a las foodtruck de Cosmopolita y Chow Chow y sus deliciosas hamburguesas, así como Crepaletas, nadie se quedó con hambre. Durante la mañana y la hora de comer, los asistentes disfrutaron de la música de One Man Rocks y Wacky Tobbacco. En el último lustro, se han doblado los fabricantes de cerveza artesanal en la Isla. De los trece participantes, ocho empezaron a fabricar su propia cerveza a partir de 2017. «Aunque haya crecido mucho, en Mallorca la cerveza artesanal no está tan asentada como en la Península, con Euskadi y Cataluña a la cabeza», explica Alfonso Muñoz, de Món Craft Beer.
Durante la mañana, buena parte del público se concentró bajo una carpa.
«En Bariloche o Mar de Plata, en Argentina, se consume más cerveza artesanal que industrial: es de mayor calidad y más variada. A la gente le interesa probar nuevos sabores», sostiene Nicolás de Blasio, que en 2020 abrió el brew pub Lowther, en Santa Catalina. En Moscart también se celebró un concurso de Homebrewers, aficionados que elaboran su cerveza en casa. El ganador fue Miguel García Rodríguez, con una Porter. Su premio tiene forma de botellines: Miguel podrá embotellar 500 litros de su cerveza. Con el apetito saciado, los presentes abandonaron el recinto pasadas las 17.30 horas, pero la fiesta no se detuvo.
Llegaba el momento del concierto, en este caso de pago, al que, según la organización, asistió más de un millar de personas. En primer lugar, para calentar el ambiente, tocó el grupo Ska Messengers y, a las 22 horas, llegó el gran momento de la feria. Al escenario subió el grupo Immaculate Fools, cuyas atmósferas folk-pop enriquecidas con sintetizadores, animaron la velada. Por último, Los Rosendos, un grupo tributo a Rosendo y Leño, fueron los encargados de clausurar Moscart. P. Bergas (texto y fotos)
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