El próximo jueves, 22 de los corrientes, Patricia Chinchilla presentará en la Fundació Sa Nostra su último libro, Sin reglas, con portada de la Mona Lisa vestida de toreroy con montera, obra de Domingo Zapata. Presentarán el libro Patricia, luciendo un precioso vestido de Rosa Clará; Esteban Mercer, Juan García, Mariana Díaz y Joaquín Zapata.
La presentación, por las noticias que tenemos, ha levantado una enorme expectación, entre otras cosas porque el libro gira en torno a algo tan natural como la vida misma, como son la menopausia y la andropausia, algo que muchos, salvo en lo más elemental de ambos estados –que la mujer deja de menstruar, por lo cual no es posible que quede embarazada, y que el hombre pierde potencia sexual–, desconocen, dado que ambos conceptos abarcan mucho más, entre otros, una serie de reacciones por parte del organismo que no siempre son favorables al mismo, lo cual Patricia analiza a través de las entrevistas que hace a estos hombres y mujeres, a quienes, además, pregunta sin han sido infieles antes y después de ambos estados, y si lo han sido, sobre las circunstancias que les llevaron a cometerla, y de cómo reaccionaron una vez cometida, es decir, si se lo contaron, o no, al cónyuge, y los motivos por los qué –o por los que no– lo hicieron. Además, queramos o no, la lectura despertará la curiosidad del lector al intentar descubrir a las personas entrevistadas, nueve mujeres y siete hombres a las que la autora asigna una letra, que no es la de su apellido, por lo que no les quedará más remedio que echar mano del ingenio, o de la deducción, a través de los datos que durante las entrevistas se dan de unas y otros.
...y además, escritor
De los 16 entrevistados, solo hemos conseguido que uno se decidiera a hablar, identificándose además. Aunque, a decir verdad, la cita que Patricia Chinchilla nos consiguió en el restaurante El Bula fue con dos entrevistados por ella, chico y chica, pero esta, a la hora de dar nombre y apellidos, y permitir que le hiciéramos unas fotos para ilustrar los textos, dijo que no. Lo intentamos con otra… Y sí, aceptó, pero sin fotos ni nombres y apellidos, pues... ¡Qué le vamos a hacer! Nos centramos en Carlos. ¿Que quién es él? Pues es una persona bastante conocida. Carlos Ordinas, electricista, técnico ortopédico y escritor, con dos obras publicadas hasta la fecha, El cartógrafo y Forjando un país, y una tercera en proceso que gira en torno a Joan March. «Desde hace once años, tengo escrito otro libro, cuyos protagonistas son un viejo y un joven. Un viejo que es escritor, con varios libros publicados, a quien se le acerca un joven, que también quiere ser escritor, para que le enseñe el oficio, para lo cual le envía sus escritos…».
El gatillazo
Carlos estuvo casado, ahora está divorciado y ha tenido varias relaciones. En cuanto a hijos, tiene tres hijos, no todos de la misma mujer- «Para no tener más hijos –apostilla– me hice la vasectomía». Carlos insiste en que Sin reglas es interesante y, al mismo tiempo, muy ilustrativo. «Porque pocas mujeres, antes de llegar a ella –dice–, conocen lo que significa realmente menopausia, y los hombres mucho menos lo que es andropausia, y los efectos que producen. De ello te das cuenta a medida que lo vas leyendo. Por ejemplo, y en cuanto a ellas, ves que a todas no les afecta por igual la menopausia… A unas les produce una depresión grande, a otras les desata un furor uterino, mientras que otras se sienten mal con su cuerpo al ver el cambio que se produce en él… ¡Qué sé yo! Dolor de huesos, por ejemplo, o que nota que engorda… O que sus piernas y brazos se llenan de celulitis… En esta situación, si no son fuertes se pueden hundir… Sin embargo, el hombre, por norma general, es distinto. Muchos no tenemos ni idea de lo que es la andropausia, ni de cuándo nos llega, ni qué efectos produce. Es más, muchos no la llamamos andropausia, sino pitopausia. Además, entre nosotros no solemos hablar de estas cosas, ni tampoco nos interesamos mucho… Hasta que ves que ya no funcionas como antes, por lo que tienes que ir al urólogo a que te explique el problema que tienes, y a que te recete algo que reanime tu testosterona, palabra que probablemente, en esa primera visita, oirás por primera vez, y que suelen ser unas pastillas que no contempla la Seguridad Social, sino que las tienes que pagar tú… A ello hay que unir otro problema: que siempre la has de tener a mano, pues nunca sabes cuándo vas a mantener una relación sexual, y más en mi caso, ya que no tengo pareja… Por otra parte, incluso tomándote la pastilla, a ser posible una hora antes de, puedes dar el gatillazo, o sea, no conseguir la erección, lo cual te frustrará más… Porque –dice, como buscando otra solución– te podrías desahogar comentándoselo a un amigo, pero es que entre hombres no solemos hablar de gatillazos, ya que quién los da suele callarse… Como mucho dirá que si no ha funcionado ha sido porque ha bebido alcohol algo más de la cuenta… Porque, por cierto, en tiempos de andropausia tampoco es bueno beber antes de una posible relación, pues el alcohol adormece la testosterona… Así que, dadas las circunstancias, desde hace tiempo no suelo entrar a nadie por temor al gatillazo. ¡Ah!, y de lo del aquí te pillo, aquí te mato... Pues tampoco. Porque si te pillo, y no he tomado la pastilla, y encima he bebido algo de alcohol, lo más seguro es que no mate a nadie».
¿Remordimientos?
En cuanto a la infidelidad, Carlos Ordinas reconoce que ha sido infiel. Sobre todo antes de llegar a la andropausia, y que fueron varias las infidelidades que cometió… «¿Qué si hay diferencias entre las infidelidades de ellas y las nuestras? Pues creo que sí: los hombres somos infieles porque, por naturaleza, somos cazadores. Somos infieles a causa del sexo por el sexo. En cambio, la mujer necesita algo más… Quiero decir que para ser infiel ha de sentir algo, una atracción por la otra persona».
Le comentamos que a veces se ha dicho que contratar los servicios de una prostituta no es infidelidad por parte del hombre. «Bueno, a mí no me ha gustado nunca echar mano de ellas. Fui una vez, a los 18 años, y me decepcionó tanto, que no volví, pero… Bueno, pues sí, aunque suene a machismo puro, muchos hombres no consideran infidelidad engañar a su mujer con una prostituta. Y respecto a los remordimientos que puedas tener tras haber sido infiel… Pues cuando era infiel, tampoco los tenía, pues lo hacía sin estar enamorado de ella, por lo que aquello era solo sexo por sexo. Por eso tampoco nunca se lo dije a mi pareja. ¿Que cuándo dejé de ser infiel…? Fue cuando cumplí los 35 años».
Carlos recomienda la lectura de Sin reglas sobre todo porque es pedagógico y didáctico, además de por lo fácil de leer y entender que es. «Y es que, como ya he dicho, los hombres solo conocemos cuatro cosas de la menopausia y apenas una o dos de la andropausia». Con él hablamos de más cosas, pero nos las callamos. No queremos airear todo lo que cuenta en el libro.
1 comentario
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Tal cual amigo, tal cual. Con lo que yo he sido...jajajaja.