La cuestión económica es vital en la elección de una póliza cuando eres joven, ya que las condiciones de contratación son muy ventajosas.

TW

Asegurar el futuro es una necesidad que aumenta con el paso de los años. A medida que las personas avanzan en edad, las obligaciones aumentan y esto se traduce en una mayor preocupación por garantizar un nivel mínimo de protección en aspectos concretos. Esta situación, en cambio, no debe relacionarse únicamente con los grupos que alcanzan una cierta edad. La contratación del seguro de vida es una decisión que también incluye a los jóvenes, un colectivo que, por sus características propias, puede obtener muchas ventajas presentes y futuras con un producto de este tipo.

La cuestión económica es vital en la elección de una póliza cuando eres joven, ya que las condiciones de contratación son muy ventajosas. En algunos casos, a menor edad, más barato sale el seguro de vida. El coste anual de esta protección es mínimo para los perfiles jóvenes, por lo que estos pueden obtener una seguridad por un coste muy reducido que apenas tiene incidencia en su bolsillo. El motivo es evidente. El riesgo de fallecimiento aumenta con los años, por lo que las compañías ofrecen precios muy económicos para los grupos de menor edad. Este producto no es una ecuación matemática y la ventaja de contratar este tipo de seguro siendo joven no se calcula únicamente con la cuota.

Las empresas del sector son conscientes de que su perfil de público está en otro rango de edad y ofrecen muchas ventajas y condiciones muy buenas para los jóvenes que contratan un amparo de estas características. Por poco dinero, el servicio contratado es muy bueno. Las compañías premian a los jóvenes y les ofrecen un producto futuro mejor del que podrían contratar cuando llegue el momento. Una persona de 20 años de edad que contrata una póliza de vida disfrutará, dentro de una década, de un producto mejor que si lo contrata cuando cumple 30 años. El objetivo del sector es ofrecer condiciones económicas muy buenas a este grupo de público.

Protección de la familia o en viajes

Otro factor importante para contratar un seguro de vida siendo joven es la protección que se otorga a la familia. El periodo establecido entre los 30 y 40 años es cuando los españoles deciden montar un núcleo familiar. Nacen los niños, que están desprotegidos ante cualquier problema que puedan sufrir los padres. Pocos piensan en el fallecimiento, pero es una situación que puede ocurrir en cualquier momento. La invalidez permanente es otro riesgo que afecta directamente a los hijos, ya que supone una importante reducción de los ingresos. Estas situaciones se cubren mediante la contratación de un seguro de vida, que ampara a los menores ante este tipo de situaciones.

Por otro lado, hay hábitos asociados a un estilo de vida joven actual que pueden influir directamente sobre su salud. La globalización ha provocado, entre otras consecuencias, un mayor número de desplazamientos de los jóvenes, que bien por motivos laborales o bien por cuestiones de ocio tienden a cruzar más fronteras. El seguro de vida también incluye asistencia y coberturas en el extranjero, donde un problema común puede magnificarse.