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Siguiendo esa máxima popular -de escaso rigor científico, todo sea dicho-, que asegura la cura de la resaca con un par de cervezas, alrededor de un centenar de personas se han acercado a ses Voltes para participar en el Vermut ressacós, la particular despedida a las fiestas patronales de Palma del colectivo Orgull Llonguet, nacido hace nueve años, y muy satisfecho con la acogida que han tenido sus actividades durante los días de Sant Sebastià.

Con la música ambiente de DJ Random Nancy, los presentes han tomado los últimos tragos de Sant Sebastià. La carta de Orgull Llonguet ha sido algo limitada -vermut, cerveza o refresco-, pero a unos precios muy populares. Eso sí, aunque la oferta ha podido parecer muy tentadora, más de uno se ha decantado por un simple vaso de agua, y es que la fiesta de la revetla todavía pesa en el cuerpo de los presentes. Este año, Orgull Llonguet se ha encargado de la Llonguetada y de la Revolta llongueta, dos encuentros con gran acogida.

Después de sacar a bailar a sus capgrossos, Miquel del Forn de sa Pelleteria, el fabioler Pep Toni Rubio, y Bel Retlet, así como su particular drac de na Coca, a las 16 horas han apagado la música y han guardado sus cosas en el almacén de ses Voltes hasta la próxima fiesta organizada por Orgull Llonguet, la mítica batalla de agua entre Canamunt y Canavall.