En el transcurso de la presentación de Fotos con historia en ruta por Mallorca, se entregaron las insignias de plata al coronel de la Guardia Civil Alejandro Hernández, al teniente coronel Antonio Orantos, al teniente coronel de la Base Naval del Port de Sóller Pedro Botella, y a los fotógrafos Lorenzo Salom y Sergi Muñoz.
También recibieron sus insignias la guardia civil Zaida García, y Sedi Behvarrad, por el seguimiento que está haciendo de la Ruta desde sus comienzos y por la difusión que le está dando a través de las redes sociales. La exposición se podrá visitar hasta el 22 de octubre, de lunes a domingo, de 18 a 20 horas.
La tertulia
Asistimos a la tertulia que siguió al almuerzo celebrado en Rancho Picadero, organizado por Los Polillas. Esta vez, contaba con dos invitados, Sedi Behvarrad, como presidenta de la Asociación Persa de les Illes Balears, y Sergio David Pérez, como presidente de la Hermandad del Rocío de Palma, haciendo las veces de moderador y presentador Luis Haro Márquez.
Si Sergio David nos habló del Rocío, de ese que nada tiene que ver con el que suele aparecer en los programas del corazón, sino del El Rocío relacionado con la devoción a la virgen, de las peregrinaciones que anualmente hacen los rocieros mallorquines a la aldea de El Rocío, con El Camino incluido, para honrar a la Blanca Paloma, así como de las actividades que la Hermandad realiza en Palma, en su sede, con los hermanos, Sedi nos habló de la tierra que la vio nacer, Irán –o Persia–, de cómo están las cosas hoy y de por qué se vio obligada a abandonar su país, en 1984, «llegando a España, después de no poder establecerme en Estados Unidos debido a la mala relación entre este país e Irán, por lo que tuve que cambiar de planes, viajando a Gran Canaria a través de un visado turístico de tres meses por tener ahí una prima mía. En 1990 me casé con un mallorquín, con el que sigo felizmente, viviendo, al principio entre Canarias y Mallorca, hasta 1990, en el que definitivamente nos instalamos en la Isla». Sedi contó en su intervención que «hace un año que hemos creado una Asociación Persa, y fui elegida presidenta de la misma», y que a partir de ahí, sobre todo a raíz del asesinato de Mahsa Amini, «ha cambiado bastante. Todo gracias a la creación de este tipo de asociaciones y al apoyo que nos están dando los medios de comunicación de prácticamente todo el mundo. Tanto es así que a la mujer iraní Narges Mohammadi, encarcelada hoy en Teherán por defender los derechos de la mujer, le han concedido el Premio Nobel de la Paz».
También recordó Sedi que «Irán, antes de la revolución de los ayatolas, en 1979, era un país monárquico, rico y con mucha cultura e historia, al que estos convirtieron en un país comunista, es decir, pobre para el pueblo pero muy rico para los dirigentes. Por lo que hoy, viendo la situación de España, que puede ser gobernada por partidos de izquierdas, separatistas y antimonárquicos, me recuerda que pasamos todo eso hace 44 años, viendo cómo malos dirigentes convierten un país rico en otro miserable».
Esta vez, en tren
Nuestros amigos Jurgen Lakhal y Nati Expósito andan por Andorra, de vacaciones que, en parte, aprovechan para hacer senderismo, lo cual nos alegra, pues las últimas noticias que teníamos de ambos eran que Jurgen andaba de visitas al médico y de revisiones de su cáncer, que está superando a base de operaciones –ocho en total; la última el pasado mes de agosto– y, sobre todo a base de lucha y voluntad; mientras que su mujer, Nati, se pasaba gran parte del tiempo en la cama, ya fuera la de su casa, ya fuera de la clínica –ahí estuvo un mes– peleando contra la COVID, que se le resistía y que se cobraba parte de su melena, que ahora, a través de un tratamiento, vuelve a recuperar. Sin embargo, ahí los tienen, en plena caminata por un empedrado sendero del Camí de la Plana, cuesta arriba, como si nada…
«Estaremos aquí durante una semanita» nos dice Nati. «Luego nos iremos a pasar otra en Las Caldas y Termas de Orense, haciendo el viaje en ferrocarril, pues no estamos para conducir». A continuación, harán una pequeña caminata por el camino de Santiago, «hasta llegar a la catedral, y una vez allí comeremos y seguiremos hasta Salamanca, visitando a nuestros amigos Rody y Julián. Y para finalizar el viaje nos iremos cuatro días a Madrid, con intención de ir a ver alguna obra de teatro y a los amigos. Y de ahí, vuelta a casa». Ni que decir tiene que Jurgen sigue contando para su lucha contra el cáncer con el aceite de cannabis, que lleva a todas partes. Vamos, que en estas vacaciones que están pasando, va con él.
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