En Can Gazá cada vez son menos los residentes que pueden subir la escalera. | Click

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Jaume Santandreu se pone en contacto con nosotros por ver de qué modo le podríamos echar una mano. «Hablo en nombre de todos los que vivimos en Can Gazá, unas veinte personas. Todos gente mayor, y algunos, bastantes, con problemas de movilidad».

Para los que no lo sepan, Can Gazá se divide en dos plantas. En la de arriba es donde, los que residen en ella, hacen prácticamente la vida, pues ahí están los dormitorios, el comedor, la cocina o el despacho. El único medio de llegar hasta ella es a través de una escalera, por la que, por lo apuntado anteriormente, no todos podemos bajarla, ni mucho menos subirla. «Juanito, por ejemplo, ni subirla ni bajarla, pues tiene una pierna amputada y de un tiempo a esta parte no está bien de un brazo ni de una de sus manos. Y los demás… Pues quien más, quien menos, tiene sus problemas. Yo, desde luego, muchos, por no decir todos. Y es que los años y los achaques que todos padecemos son la causa, y contra eso nada podemos hacer».

Jaume nos cuenta que hace unos días, a causa de un problema físico, tuvo que ser trasladado en ambulancia al hospital. «El problema estuvo a la hora de bajarme hasta donde estaba la ambulancia, porque como no puedo caminar tuvieron que echar mano de una especie de trineo, meterme en él y, sujetándolo con fuerza, dejar que se deslizara hasta abajo. Y a la vuelta, lo mismo, pero al revés. Eso sucedió el otro día, como puede ocurrir cualquier otro, y como yo hago cuentas de morirme aquí… Pues me veo en esas más veces. Y como yo, los demás. ¡Dichosa escalera!, con lo bonita que es, pero no podemos con ella. Y cada vez podremos menos. Y cada vez seremos más los que podremos menos…». ¿Solución el problema? Pues ellos tampoco tienen fuerzas como para echar una mano a los demás a la hora de subir y bajar por la dichosa escalera. «Porque no solo es para ir al médico, es que algunos tenemos que bajar, pues abajo está el jardín, los animales, el huerto… Por eso, la única solución que vemos a este problema es colocar un elevador para una carga de unos cien kilos, que es lo que pesa el que más de nosotros. Un elevador que cuesta alrededor de unos 15.000 euros, que tampoco tenemos porque los pobres no tenemos dinero. Ni siquiera entre todos los que vivimos aquí disponemos de esa cantidad, por lo que, si no se produce un milagro, no nos quedará más remedio que recurrir a quien pueda echarnos una mano, como están haciendo ya algunos. Echándonos una mano ingresando el dinero que puedan en una de las dos cuentas que tenemos para ello. O bien, si quieren pasarse por aquí, estaremos encantados de recibirles. Incluso, si quieren, les mostraremos cómo vivimos…».

Las cuentas corrientes a las que se refiere en Jaume, en las que pueden ingresar lo que buenamente puedan, son:

Caixa Colonya: ES65 2056 0009 7510 0107 9720
CaixaBank: ES81 2100 1406 1402 0009 0834

La AME

Mar es una pequeña de dos años que padece una enfermedad rara: atrofia muscular espinal (AME). En su perfil de Instagram @la_sonrisa_de_mar, sus padres muestran lo que supone el día a día de la enfermedad de su pequeña para darle visibilidad.

La AME es una enfermedad genética que genera una debilidad muscular progresiva, que    afecta principalmente a los niños, y puede causar parálisis, discapacidad respiratoria y muerte. Actualmente, no existe cura para la AME. Sin embargo, hay tratamientos que pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad.

Sus padres han abierto una tienda solidaria en Instagram llamada MirAME, (@mir_a.m.e), y están recaudando fondos como ayuda de todos los gastos derivados de su enfermedad, y también para donar a Fundame, o Fundación Española contra la AME.

En MirAME puedes encontrar productos artesanales y únicos, adornos para el árbol de Navidad, entre otros artículos, siendo su producto estrella del año su calendario, repleto de frases motivadoras y optimistas para empezar el 2024 con mucha energía positiva.

Dicho calendario está a la venta por 15 euros. Por tanto, quienes queráis ayudar a encontrar una cura para la AME podéis visitar @mir_a.m.e, en Instagram, donde encontraréis el calendario y demás productos.

Venga, ¡sed espléndidos! Que todo sea por Mar, y por quienes, como ella, padecen este mal.

¡Pues ya era hora!

Cuando los vecinos de la zona del Conservatori estaban dispuestos a descorchar la botella de cava para recordar que los escombros de lo que fue el soporte de la escultura a los Donantes de Sangre seguían ahí amontonados, tuvieron que desistir. «¿Qué pasa?», preguntamos.

Pues pasa que, un año después de que un coche se estrellara contra ella, los escombros resultantes del impacto seguían ahí, formando parte del paisaje urbano. Vemos que ahora han sido retirados y que se han iniciado las obras a fin de dejar la rotonda como estaba. «¿También con la escultura que tenía?», preguntamos.

«Pues suponemos que sí, porque lo que rompió el coche al estrellarse contra ella fue el soporte de piedra sobre el que reposaba. Por eso, creemos que la debieron guardar en algún almacén, y ahora la colocarán de nuevo».

Pues venga esa copa de cava, ¡hay que celebrar que un año después han comenzado las obras! Y es que más vale tarde, que nunca.

Van a dar las gracias

Hoy es día grande para los vecinos de General Ricardo Ortega. O mejor, de la parte de esta calle que se quedó sin arreglar, dicen, porque la primera se llevó el presupuesto. Lo cierto es que los vecinos, algunos de los cuales han pagado las consecuencias del mal estado de la misma –unos cayéndose sobre la destartalada acera y lesionándose; otros sorteando baches y aceras en pésimo estado–, invitaron a Belén Soto, responsable de Infrasestructuras de Cort, y a Fulgencio Coll, de Vox, a que visitaran la calle y vieran el pésimo estado en que está, y han conseguido que se fueran arreglando, provisionalmente, algunas de las muchas deficiencias que se acumulan en dicho tramo, y que hoy, Cort, en el pleno, anuncie que ha dado luz verde a la reforma integral del citado tramo.

Por eso, según sabemos, una comisión de ellos, con pancarta incluida, caminará desde Ricardo Ortega a Cort, para asistir al pleno municipal de Palma y dar las gracias.